Incremento de casos de COVID-19 en la Amazonía ecuatoriana develan la insuficiente atención estatal y aumentan la alarma en Pueblos Indígenas

Las organizaciones de derechos humanos que suscribimos esta Alerta expresamos nuestra preocupación por el incremento de los casos de COVID-19 en la Amazonía ecuatoriana. La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos advierte que la ausencia de políticas públicas idóneas y medidas de contención y respuesta claras han incrementado la situación de riesgo para los Pueblos y Nacionalidades Indígenas. Frente a estos hechos, hacemos un llamado urgente a las entidades del Estado central y seccional por lo siguiente:

1. El aumento de contagios a pesar de la falta de pruebas de detección, situación que apenas en las principales ciudades del país se han logrado afrontar y que es aún más crítica en la Amazonía ecuatoriana. Esto corrobora un subregistro del número real de contagiados; por tanto, la población amazónica podría estar expuesta a contagios comunitarios, sin haber tomado medidas adecuadas para mitigar sus impactos.

El Ecuador es el segundo país de Sudamérica -después de Brasil-, con la mayor tasa de contagios y con una tasa de mortalidad del 3.8%, la más alta de la región por cada 100.000 habitantes.1 En este contexto, implementar medidas de distanciamiento social desde el 4 de mayo es, sin duda, un riesgo para la población y una irresponsabilidad.

2. Este 21 de Abril, el titular de la Circunscripción Territorial Amazónica (CTEA), Alex Hurtado, señaló que los fondos asignados a esta Secretaría Técnica para la atención de la emergencia se canalizarán a hospitales y distritos del Ministerio de Salud Pública, en coordinación con los Comités de Operación de Emergencia (COE). Donde es importante mencionar que ningún Plan de Emergencia Provincial ha sido coordinado y concertado con los Pueblos y Nacionalidades indígenas amazónicas. A decir de la CTEA, la distribución del 40% del monto asignado se realizó en consideración al número de población total y población afectada por el virus, siendo los valores que han recibido los Gobiernos Autónomos Descentralizados los siguientes: Zamora Chinchipe $400.000,00; Morona Santiago $580.000,00; en Pastaza, Napo y Sucumbíos, las asignaciones se han realizado a cada GAD Municipal así: Arajuno $39.106,90; Santa Clara $39.106,90; Pastaza $270.635,99; Mera $51.150,20; Carlos Julio Arosemena Tola $32.815,10; Tena $164.257,68; Archidona $85.290,81; Quijos $44.082,49; Chaco $47,847,00; Cascales $66.968,95; Cuyabeno $51.520,02; Gonzalo Pizarro $56.569,95; Lago Agrio $250.543,57; Putumayo $67.365,44; Shushufindi $141.429,31; Sucumbíos $45.602,77. A diferencia de los anteriores, al GAD en Orellana la asignación se realizó al Ministerio de Salud Pública $ 460.000,00.

En este contexto, hacemos un llamado a las autoridades de la CTEA, para que parte de estos recursos se utilicen en la compra de pruebas y equipamiento de laboratorios para su procesamiento. Contamos con una denuncia por parte de un funcionario del Ministerio de Salud (quien pide reserva de su identidad por temor a represalias), en la que indica que todavía carecen de recursos económicos para la compra de pruebas PCR y pruebas rápidas, y que a pesar de llegar a tenerlas, no existe capacidad suficiente en los laboratorios públicos y privados para su procesamiento. Este funcionario también manifestó que la falta de recursos ha motivado que dirijan pedidos a dos empresas petroleras de la zona donde labora –pedido que fue negado-.

Adicionalmente, nos preocupa la forma de distribución de las asignaciones y la ausencia de información sobre el contenido de los planes de emergencia. Estos deben aplicar el principio de interculturalidad, y establecer planes diferenciados y culturalmente adecuados para las comunidades y nacionalidades indígenas. Varias comunidades indígenas han enviado insistentes pedidos a los Gobiernos Autónomos Descentralizados Provinciales para concertar el uso de asignaciones económicas por la CTEA, pero no han sido respondidos. Este hecho deja pocas certezas sobre cómo se están invirtiendo esos recursos, cuando las distintas comunidades indígenas y campesinas vinculadas a esta Alianza han reportado incluso desabastecimiento de alimentos.

3. En la región amazónica, las comunidades indígenas y campesinas son poblaciones vulnerables frente a la escalada de las cifras de contagio, esto se debe a la inexistente o distante infraestructura sanitaria, la as operaciones de empresas extractivas –mineras y petroleras- que no cesan, a la presión de actores armados –en el caso de los pueblos transfronterizos al norte del país- y a las persistentes condiciones de pobreza y desigualdad que caracterizan esta zona.

Esta Alianza ha recibido denuncias de población sobre la falta de información relacionada al COVID-19, lo que ha provocado que en las comunidades indígenas exista un miedo generalizado y otros efectos psicosociales (estrés, incertidumbre) derivados de la incertidumbre de no saber cómo responder a posibles síntomas, por la falta de cuidado y atención por el desconocimiento de la gravedad del virus. Por tanto, insistimos en la necesidad de establecer canales de coordinación con autoridades de Pueblos y Nacionalidades y comunidades campesinas y rurales para elaborar y socializar de protocolos para evitar la propagación del virus. Le recordamos al Ejecutivo que las acciones y políticas públicas que se efectúan sin indicadores claros o respeto a estándares de derechos humanos y colectivos, generan daño y resultan ineficaces.

4. Resulta preocupante que el Gobierno Nacional, a través de la Secretaría de DDHH, insista en la promoción de un protocolo y medidas para estos pueblos que no cumplen con obligaciones de concertación, diálogo y coordinación con estructuras organizativas y de Gobernanza, y no cuentan con un enfoque de pertinencia cultural. Incluso, se ha ofrecido el material educomunicacional y protocolos de prevención/atención sobre COVID-19 creado por las Organizaciones Indígenas, sin contar con respuestas de ninguna naturaleza. Las acciones y políticas públicas que se efectúan sin indicadores claros o respeto a estándares de derechos humanos y colectivos, generan daño y resultan ineficaces.

5. Particularmente, sobre la producción petrolera y minera y el riesgo para las comunidades indígenas que deben coexistir con la explotación de sus territorios. Hacemos énfasis en que esta Alianza ha recibido varias denuncias sobre la nula aplicación de protocolos de prevención de contagio del COVID-19 por parte de las empresas subcontratistas [servicios de comida, seguridad, limpieza, entre otras]. Estas empresas tienen bajo su dependencia a cientos de trabajadores ajenos a las comunidades, quienes tienen rotación de turnos y pasan a través de las comunidades indígenas para ingresar a los campos petroleros o mineros.

Existe preocupación ante la detección de 2 casos positivos de COVID-19 entre los trabajadores del Bloque 16, operado bajo la responsabilidad de la empresa REPSOL YPF, que tiene sus actividades en el territorio Waorani. Así mismo, en el territorio comunitario de la Comuna Kichwa El Edén, en Orellana, donde opera Petroamazonas el Bloque petrolero Edén-Yuturi, se ha dado rotación de personal, a pesar de la falta de socialización de protocolos -y en el caso de las contratistas, ausencia de protocolos-. Por las advertencias de la comuna y el riesgo para los kichwas, los dirigentes han recibido presiones por parte de la empresa y sus contratistas, generando malestar en los socios de la comuna.

La comunidad shuar de Pachicutza en Zamora Chinchipe registró el primer contagio de una indígena shuar trabajadora de la minera Condor Maning, a través de una prueba aplicada por la empresa. La paciente, quien hasta la fecha es asintomática, había tenido contacto con la mayoría de las 80 familias de la comunidad. Con la detección del contagio, por lo que se decidió mantener a toda la comunidad en un cerco epidemiológico durante 15 días. No obstante, hasta el momento, la comunidad no ha sido dotada de implementos de bioseguridad, los kits de alimentos han sido insuficientes para el cumplimiento del cerco, así como tampoco han sido sometidos a pruebas PCR para confirmar o descartar la existencia de más casos. El riesgo es mayor porque el médico a cargo del caso decidió el 27 de abril que al cumplirse los 15 días de aislamiento, se levantará el cerco epidemiológico porque nadie ha presentado síntomas, sin tomar en cuenta que, como se refirió anteriormente, hay personas contagiadas que son asintomáticas.

Por todo lo expuesto anteriormente, las organizaciones que conformamos esta Alianza, insistimos en:

· Responsabilizar al Estado central y Gobiernos seccionales por las acciones de omisión, que dan cuenta del incumplimiento de las obligaciones de garantizar los derechos a la vida digna, el acceso a la salud, a la alimentación y a la información, particularmente de la población indígena y campesina de la Amazonía, toda vez que el Estado ha sido alertado de forma insistente por organizaciones indígenas y no indígenas, nacionales e internacionales.

· Instamos a la aplicación masiva de pruebas de detección de COVID-19 en la región Amazónica, mismas que diluciden la realidad que la región amazónica enfrenta y, por tanto, la toma de decisiones en correspondencia con esta realidad. Asimismo, que las medidas de aislamiento no concluyan el 4 de mayo de 2020, sin certezas sobre esta situación.

· Insistimos al Estado en la necesidad de activar operaciones sanitarias, alimentarias, logísticas en consenso con Pueblos y Nacionalidades indígenas de la Amazonía, a través de sus organizaciones y aliados. Así también, que se difunda masivamente en las comunidades indígenas el material educomunicacional preparado por la CONAIE y CONFENIAE y avalado por la Organización Mundial de la Salud.

· Exigimos que se suspendan las actividades extractivas que ponen en riesgo la vida y la salud de miles de ciudadanos, pues, tal como se están desarrollando –sin protocolos concertados con la población ni avalados por la Organización Mundial de la Salud– podrían propiciar incluso el exterminio de pueblos indígenas y de comunidades campesinas.

Recordamos que la falta de acciones urgentes e inmediatas y las acciones inadecuadas, inoportunas y no concertadas están sujetas a control público en instancias nacionales e internacionales.

1 https://www.covid19ecuador.org/


COVID 19: The survival of indigenous peoples is at risk

  • It is urgent that the States of the Americas adopt culturally appropriate, timely and effective responses to guarantee the rights of indigenous peoples in the face of the pandemic

The Americas, April 20, 2020. – In the face of the emergency caused by the spread of COVID-19 in the Americas, we call upon the States of the region to adopt urgent measures that respond to the specific needs of indigenous communities in the prevention of contagion and the mitigation of the consequences generated by the various public policies implemented during the pandemic.

In accordance with international obligations, these measures must be culturally appropriate and consulted with the communities. In addition, they must guarantee differentiated attention for cross-border peoples and indigenous people in urban, rural or more isolated natural environments, as well as those peoples in voluntary isolation or initial contact.

The COVID-19 pandemic is negatively affecting the entire population of the hemisphere, forcing the States of the region to take extraordinary measures to address this emergency. Likewise, this health crisis has once again shown that there are groups of especially vulnerable people with conditions that are exacerbated by this pandemic. Such is the case of the 826 indigenous peoples of the Americas, with a total population of 45 million people. These towns have historically had limited access to health services, face constant obstacles to the practice of traditional medicines, suffer chronic diseases at high rates, and have been devastatingly affected by diseases contracted from contact with people outside their communities, which is particularly harmful for peoples in isolation and initial contact.

The pandemic’s arrival in these communities and the serious impact it may have on their rights does not represent a future urgency. Cases of contagion have already been reported in different towns in the region, so the response must be profound and urgent, in order to prevent a possible risk of extinction.

In this context, we express our concern over the fact that the majority of the indigenous peoples of the hemisphere are excluded from the formulation and implementation of policies that affect them. This is also the reality in the context of this pandemic.

Throughout the continent persist conditions of inequality, poverty, exclusion, historical discrimination and lack of adequate consultation of indigenous peoples. The aforementioned effects and prevents their access to food, health services, water and hygiene items, that determine life or death in the framework of the pandemic. These factors, combined with specific vulnerabilities that affect some indigenous peoples, such as respiratory disorders and lack of immunological defenses against relatively common diseases, add to the risk factors already established by COVID 19 and make this pandemic a serious threat to the survival not only of some people, but entire groups of peoples.

On the other hand, in the territories of the indigenous peoples of the region, mining, agribusiness, and forestry activities, among others, are continuing, which, in addition to the historical impact on their rights, becomes a further risk factor, due to the entry of people from outside their communities. This risk is also present in those places where traffic restrictions have not been imposed, and tourism and the continuous transit of people is maintained. Of special concern is the fact that an increase in the presence and threats of illegal armed groups in and around the territories of indigenous peoples has been documented in certain areas, a situation that also increases the risk of human rights violations. This, like the quarantine measures, deepens the isolation of some communities whose members need to go out to obtain basic supplies, food, and humanitarian aid.

Additionally, indigenous peoples are excluded from adequate and timely official information regarding the pandemic. The lack of culturally mediated information available in the native languages ​​threatens their survival and violates their right to non-discrimination.

In consideration of these facts, we remind States that all the measures adopted must guarantee, without any discrimination, the individual and collective rights of indigenous peoples, with full respect for the realities, worldview, traditions and experiences of each people. These measures should be articulated by the different State institutions so as to guarantee the enjoyment of the highest level of health, physical, mental and spiritual, as well as access, without any discrimination, to all social and health services. Likewise, it is essential that a differential approach is immediately adopted that takes into account the intersection of different factors (age, sex, gender, diverse capacities) that increase the vulnerability of people belonging to indigenous peoples and those within them that are particularly vulnerable to the impacts of the pandemic.

We call on the States to immediately coordinate with the indigenous peoples of the region any measure that involves them or that is implemented within their territories. For this, the States must:

  • Include indigenous peoples in the formulation of mechanisms and measures for the implementation of responses to the COVID-19 pandemic, in order to adopt culturally appropriate measures for each people. They must in turn formulate specific measures for indigenous people in urban, rural or environmental settings, as well as more isolated natives, and those peoples in initial contact or voluntary isolation. They must also generate adequate processes for cross-border peoples;
  • Ensure that all actions and measures taken are carried out in full coordination with the authorities of indigenous communities, with respect for the rights of prior consultation.
  • Generate appropriate information on the magnitude and risks of the health crisis, the prevention methods and the measures to be implemented; etc, in line with the physical, social and cultural environments of the peoples of the region;
  • Implement measures that guarantee adequate food security, access in necessary quantities to drinking water and appropriate health services for the needs of indigenous peoples;
  • nsure that towns have sufficient means of communication to access adequate health information and services (for example, consider the availability of radio systems, satellite phones, internet connections, etc.);
  • Ensure transportation to health centers, access to adequate medicines, translation of care for indigenous people affected by the coronavirus or endemic diseases that require it; as well as safe quarantine conditions for indigenous people who return to their community.
  • Guarantee that the territories of indigenous peoples and their surroundings are free from threats by legal and illegal actors, limiting their entry into the territory and guaranteeing the integrity of the inhabitants;
  • Suspend or limit all types of economic activity in and around the territories of indigenous peoples that may jeopardize their health, with particular care given the situation of peoples in initial contact or peoples in voluntary isolation;while refraining from taking any regressive measures regarding prior consultation and easing mechanisms for environmental control and control;
  • Ensure quarantine and post-quarantine measures that guarantee the right to education and health of children and communities;
  • Allocate as a priority resources to guarantee all the rights of indigenous peoples and prevent the spread of COVID-19 within their territories with full respect for the realities, worldview, traditions and experiences of each people;


Comunidad Siona del Putumayo Exige Plan de Contingencia Para Prevenir el Contagio por COVID-19 y Enfrentar el Desabastecimiento de Alimentos

Territorio Transfronterizo Ziobain (Siona), 20 de abril de 2020​.- Con preocupación, informamos que el día 17 de abril, sin previa concertación con las Autoridades de la Comunidad Ancestral de Sionas y Kichwas de San José de Wisuya, el Alcalde del Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón de Putumayo, Segundo Londoño, ingresó a nuestro territorio, con el fin de entregar kits de alimentos. Al respecto, ​denunciamos que la referida autoridad, sin explicación alguna, excluyo de ese beneficio a aproximadamente 22 familias indígenas Sionas y Kichwas​, así como tampoco informó si el abastecimiento de alimentos se iba a realizar de forma periódica. Cabe mencionar que ​los kits de alimentos se entregaron a menos de la mitad de las familias​, pues la mayoría desconocía del desarrollo de la actividad del Alcalde. ​Rechazamos esta acción discriminatoria y violatoria de sus obligaciones ​como autoridad, sujetas a permanente control público.

La ausencia de respuesta estatal, la falta de acceso a fuentes de información claras, eficientes y culturalmente adecuadas, el desabastecimiento alimentario y la inadecuada e inequitativa distribución de los pocos kits de alimentos por parte del Municipio han generado sentimientos de angustia y desasosiego en nuestras familias. Es conocido que la pandemia ha complicado la sobrevivencia de las poblaciones que enfrentamos desde años atrás el abandono estructural del Estado. En este sentido, enfatizamos que ​desde el inicio de esta crisis sanitaria hemos asumido con responsabilidad el aislamiento comunitario preventivo, activando a nuestros Cuiracua (Guardia Indígena) para la protección de nuestros comuneros y territorio; pese a ello, hasta la fecha no hemos contado con la ayuda humanitaria por parte del Estado central; y la autoridad local que llegó a San José de Wisuya (Ecuador) sin coordinación excluyó a varias de nuestras familias.

Si bien es cierto, las actividades de pesca nos han favorecido en nuestra subsistencia alimentaria, pero el incremento de la presencia de grupos armados irregulares y la presión que ejercen sobre nosotros y nuestros dirigentes limita también estas actividades y nos mantienen en condición de confinamiento​. A esto, se suma que el ingreso de alimentos complementarios a la dieta como arroz, aceite, azúcar, sal, fideos, enlatados es restringido. Si la grave crisis alimentaria que atravesamos persiste, debemos enfrentar el riesgo de salir a entornos urbanos a buscar alguna actividad remunerada para poder obtener provisiones alimenticias.

Estamos conscientes de que este hecho nos enfrentaría a la posibilidad de contagio y de extender la pandemia en nuestra nacionalidad, que, para el caso de Colombia, cuenta con Medidas Cautelares de la CIDH y está declarada por el Estado colombiano en riesgo de extinción física y cultural; situación que no es distinta en Ecuador. Sin embargo, ​no podemos quedarnos y exponer a nuestras familias a pasar hambre y a subsistir con un acceso precario a la alimentación y a elementos de bioseguridad​.

Nuestro contexto es complejo porque somos una comunidad transfronteriza que vive en medio de graves vulneraciones a derechos humanos, propiciadas por inconsultas actividades extractivas petroleras que se desarrollan del lado colombiano y ecuatoriano y por las actividades de grupos armados ilegales que, en el contexto actual de cuarentena sanitaria, no han cesado. Adicionalmente, la tasa de transmisibilidad del COVID- 19 pone en INMINENTE RIESGO nuestra pervivencia física, espiritual y cultural. De hecho, ​existe la alerta en nuestro territorio de un trabajador petrolero posiblemente contagiado​, por lo que nos hemos organizamos con las comunidades vecinas de Chíparo y El Palmar para hacer controles en la vía y evitar el ingreso de personas ajenas a la comunidad, salvo concertación con las Autoridades Comunitarias.

DEMANDAMOS de las autoridades tanto las que representan al Ejecutivo en nuestro territorio como a los GAD’S de Sucumbíos, Putumayo y Santa Elena​:

Medidas para prevenir contagios masivos por COVID-19 en Pueblos Indígenas que prioricen la participación, la consulta y el consentimiento previo, libre e informado de nuestros dirigentes o nuestros asesores técnicos.
● La ​entrega inmediata de Kits alimenticios y elementos de bioseguridad (gel/alcohol, tapabocas, jabón), ​en especial para nuestra Guardia Indígena, que se encuentra en actividades de control territorial que aseguran el no ingreso de terceros a nuestro territorio y previenen la exacerbación de las actividades ilegales. Así también,​ garantizar la atención prioritaria de salud a nuestra Guardia​.
● La ​realización de pruebas masivas territorializadas ​que permitan la detección temprana de personas contagiadas sintomáticas y asintomáticas como medida urgente para contener la expansión del virus.
● El ​cese inmediato de las actividades petroleras​, por ser consideradas no esenciales y por ser un potencial foco para la expansión del virus. ​Tómese en cuenta la alerta zonal por el posible contagio de un trabajador de la empresa Petroamazonas​ en las instalaciones ubicadas en la vía el Palmar.
No utilizar el ESTADO DE EXCEPCIÓN para militarizar, así como, para permitir el ingreso o incrementar la realización de actividades extractivas. ​Mucho menos para ingresar de forma violenta a nuestro territorio ni al de otros pueblos, nacionalidades y comunidades indígenas.
● Que ​los controles militares y puestos policiales ubicados en zonas de fronteras y al ingreso de la comunidad El Palmar sean equipados con elementos de bioseguridad​, y ​se garantice que el personal militar ha sido sometido a pruebas de testeo rápido, PCR ​y a procesos de cuarentena antes de llegar a la zona para evitar que sean focos de contagio para nuestra comunidad.
Que las instituciones que tienen compromisos con nuestra comunidad no utilicen la medida de teletrabajo para dilatar nuestros procesos. ​Por el contrario, que se atienda como prioridad los casos de pueblos, nacionalidades y comunidades indígenas.

Para coordinación de acciones en la comunidad, favor contactarse a​:
Dirigencia de la Comunidad ​+57 313 8729294 (Colombia) ​sionawisuya@gmail.com
Yasmín Calva – Asesora Jurídica​ +593 98 984 9212 (Ecuador)
DEMANDAMOS de las autoridades tanto las que representan al Ejecutivo en nuestro territorio como a los GAD’S de Sucumbíos, Putumayo y Santa Elena​:


Ancianos y familias Siekopai se refugian en Pë’këya, su territorio ancestral, para protegerse del Covid-19

“Nuestro objetivo e intención es de ir a este sitio estratégico para salvar nuestras vidas”.

Sucumbíos, 16 de abril de 2020.​ – La declaratoria de la emergencia sanitaria por parte del Estado les ha significado a las comunidades siekopai ansiedad extrema, sobre todo a nuestras autoridades tradicionales -los ancianos-. El Covid-19, la reciente contaminación del río Shushufindi y la consecuente muerte de peces, la presion de terceros no indigenas para caceria, la cantinuidad de actividades petroleras aumentaron las preocupaciones comunitarias por la sobrevivencia en esta cuarentena. Por ello, en tres canoas, 40 siekopai, entre ellos, nuestros abuelitos, decidieron refugiarse en Pë’këya (hoy, Lagartococha), centro del origen espiritual siekopai, con el fin de evitar el contagio de la actual pandemia.

Al respecto, el presidente de la nacionalidad Siekopai, Justino Piaguaje, señala:
“Estamos muy cerca de esta enfermedad. La intención es estar totalmente aislados. Esto nos hace pensar en los siglos anteriores; escapar, sobre todo, a ese sitio de mucha importancia cultural para nosotros y sitio estratégico. Para nosotros, será un tiempo de recordar el pasado, la historia de nuestros abuelos, pero sobre todo para salvar nuestras vidas en estas circunstancias, ya que no tenemos apoyo del gobierno local, ni nacional”.

Nuestros abuelos y abuelas recuerdan la historia de epidemias que enfrentaron sus antepasados y a las que muchos de sus ancestros, lamentablemente, no lograron sobrevivir. En un encuentro antes de incrementar las medidas de seguridad y confinamiento, nuestros ancianos recordaron, por ejemplo, enfermedades que fueron transportadas por misioneros, viajeros y por caucheros que llegaban a los territorios.

Ese día, rememoraron las historias de sus propios abuelos sobre una gripe a la que conocían como “tosferina”, la misma que produjo la muerte de una cantidad importante de Siekopai. En ese momento, la decisión fue adentrarse en las zonas más profundas de la selva, y protegerse durante esa emergencia sanitaria.

La diferencia con el actual contexto es la posesión territorial. En el pasado, nuestro territorio era extenso y Pë’këya siempre fue un territorio estratégico. Nuestros ancestros vivían en Pë’këya antes de inconsultas y arbitrarias decisiones que los gobiernos tomaron y que nos despojaron de ése, nuestro espacio de vida. Primero fue la guerra con Perú en la década del 40; luego, la declaración inconsulta de las áreas protegidas por parte del Estado Ecuatoriano, particularmente, la constitución de la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno y luego la inequitativa entrega de nuestro territorio mediante la figura de convenios a terceros.

De 30.000 o 40.000 siekopai que los cronistas indican, actualmente, sólo somos 700. Además, resistimos en un territorio extremadamente reducido y cercado por petroleras, palmicultores, que contaminan la selva.

Adicionalmente, desde el 2017, nuestro pedido de adjudicación no ha sido atendido por el Ministerio del Ambiente. De hecho, el proceso de definición del área protegida y los convenios de uso y manejo se suscribieron entre el Estado y comunidades no originarias, sin la participación de la Nacionalidad Siekopai y sin considerar sus reclamos territoriales.

De ahí que el viaje a Pë’këya es significativo, pues nuestros abuelos saben que en ese lugar sus familias estarán verdaderamente protegidas. Ahí, podrán subsistir y alejarse, de alguna manera, de la pandemia; asimismo, recordarán su pasado y revitalizarán el presente en conjunto con las y los más jóvenes.

En este sentido, Jimmy Piaguaje, joven comunicador siekopai, hace referencia a la importancia de la memoria y el vínculo con el territorio caminado por nuestros abuelitos, como parte central de la lucha que inició hace varios años:

“Creo que se está repitiendo la historia. Por adentrarse en la selva años atrás, algunos abuelos han sobrevivido y son los que tenemos con nosotros con vida ahora. Para nosotros, están dejando un mensaje importante: de que todavía la historia sigue ahí, todavía sigue la memoria, la fuerza de los abuelos. Todavía tienen esperanza de volver a ver a sus hijos crecer ahí y que sientan que son realmente siekopai. Cada vez que viajan cuentan una historia, sus recorridos, porque en esos recuerdos vive todavía la cultura. Es hora de unir las fuerzas con los abuelos y reclamar más fuerte por el territorio, porque vemos lo que está pasando en la actualidad en los territorios que tenemos; ya no hay cacería, ya no hay pesca, los abuelos se mueren y ahorita, con esto, se ponen más en peligro nuestros abuelitos, que son nuestras fuentes de sabiduría y de conocimiento. Creo que los abuelos tienen algo más que decir y todavía podemos hacer algo por ellos. Si logramos que ese territorio vuelva muchas décadas de resistencia, sería un momento histórico que puedan sentir el aire en P​ ë’këya​”.

En definitiva, con este viaje, le recordamos al Estado central y local, especialmente al Ministerio de Ambiente, al COE Provincial, al Ministerio de Salud y a los GADs que, ante la insuficiente actuación para garantizar la salud y la alimentación de nuestra Nacionalidad, decidimos ejercer nuestro derecho territorial y refugiarnos en Pë’këya (Lagartococha). Y lo haremos cada vez que sea necesario también como una forma de autocuidado.
Conminamos al MAE y a las FFAA a respetar esta determinación, pues es la ÚNICA ALTERNATIVA para proteger nuestra vida y la de nuestros abuelos y abuelas. EXIGIMOS garantías para que hechos de intimidación y amenaza que ya hemos sufrido no se repitan; nuestra vida depende de nuestro territorio ancestral.

Finalmente, hacemos hincapié en que la mayoría de familias siekopai continúan en el territorio que actualmente ocupamos, por las cuales exigimos actuación inmediata, urgente, concertada y culturalmente adecuada. Es obligación del Estado velar por su protección, salud y alimentación. De tal forma que responsabilizamos por las consecuencias de la falta de atención a las familias que decidieron no viajar en esta ocasión.

CONTACTOS​:
Jimmy Piaguaje​, comunicador siekopai: 096 701 5578 / ​Alejandra Yépez Jácome​, comunicadora: 099 271 3867

 

Actualización [18 de abril 2020]: En los últimos 15 días, al menos 20 personas de la nacionalidad Siekopai presentan sintomas asociados al COVID-19 y 1 persona adulta mayor con sintomatología falleció. Exigen al Ministerio de Salud un testeo masivo y acciones urgentes e inmediatas del COE Nacional y de la Presidencia de la República


EP Petroecuador Minimiza El Impacto del Derrame de Crudo en la Amazonia Ecuatoriana

Gerente general de EP Petroecuador, Pablo Flores, minimiza el impacto del derrame de crudo en los ríos Coca y Napo por la ruptura del SOTE/OCP/Poliducto a 7 comunidades

Quito, Ecuador. 16 de abril 2020 – El 14 de abril de 2020, en la emisión estelar de Teleamazonas, a propósito de la ruptura del SOTE y OCP que ocasionó el derrame de crudo en los ríos Coca y Napo, el gerente de Petroecuador, Pablo Flores, afirmó que “se siente muy optimista de que se culmine la reparación antes de la fecha estimada” y “que están realizando paralelamente trabajos de contención y remediación del crudo derramado”. Precisó, además, que “se han identificado al menos 7 comunidades que tienen afectación por este derrame”.

Ante estas declaraciones, las organizaciones de la Alianza por los Derechos Humanos, organizaciones sociales y eclesiales manifestamos que:

1. Existe evidencia de que se emitieron múltiples advertencias sobre el riesgo creado por la erosión regresiva que interrumpió el flujo de la antigua cascada San Rafael. Lamentablemente, parece que el Estado, y para este caso particular EP PETROECUADOR y OCP, ignoraron las advertencias y no hicieron nada frente a este fenómeno. Con esto, omitieron su deber constitucional de proteger a las personas, a las colectividades y a la naturaleza frente a los efectos negativos de los desastres de origen natural o antrópico, mediante la prevención ante el riesgo, la mitigación de desastres, la recuperación y el mejoramiento de las condiciones sociales, económicas y ambientales, minimizando así la condición de vulnerabilidad.

2. No existe a la fecha evidencia de las supuestas medidas de “contención y remediación”. Una revisión de la línea de tiempo entre el anuncio en redes realizado por OCP y el realizado horas después por EP PETROECUADOR muestra que las medidas fueron insuficientes. Esto se agrava con el hecho de que el Ejecutivo tardó muchas horas más en reconocer que hubo un derrame de crudo; sin que a la fecha tengamos certeza de la dimensión del mismo y ni de las medidas de contención que, según señala Pablo Flores, existieron. Esta injustificada demora y la falta de transparencia en la información exacerba la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran las poblaciones ribereñas que continuaron realizando sus actividades de subsistencia en el río. Se han compartido imágenes que muestran a pobladores, incluyendo niños y niñas que fueron cubiertos por el hidrocarburo.

3. Llama la atención que se afirme que el Estado está implementado medidas de “contención y remediación”, cuando los reportes de las comunidades confirman manchas de hidrocarburo en el río Napo. Hasta la mañana del 14 de abril, la comunidad de Pañacocha, ubicada a unos 200 km de distancia, aguas abajo del sitio de la ruptura del oleoducto, mediante videos seguía reportando la presencia de petróleo en el río Napo. Por lo tanto, las medidas de las que habla el Gerente de EP PETROECUADOR no han sido oportunas y continúan siendo insuficientes.

4. Es lamentable que se trate de minimizar el impacto a “al menos 7 comunidades”. Información recopilada por organizaciones sociales e indígenas, y registradas por medios de comunicación, muestran afectaciones en al menos a 150 comunidades ribereñas de los río Coca y río Napo que, tal como se ha mencionado, dependen de manera directa del río para su subsistencia. Inclusive, a partir de este derrame, la ciudad de El Coca no se está abasteciendo del río porque éste se encuentra altamente contaminado (El Comercio, 8 de abril de 2020). Instituciones y organizaciones del Perú mencionan que “según la información facilitada desde las comunidades kichwas del Napo, a responsables del Vicariato de San José del Amazonas, la afectación ya es una realidad. El crudo ya llegó a territorio peruano” (CAAP, 8 de abril de 2020).

5. La aseveración sobre la afectación a sólo 7 comunidades, aproximadamente, evidencia la falta de información pública transparente y oportuna sobre este desastre y su magnitud; por lo cual exigimos a EP PETROECUADOR que publique datos y cifras exactas, transparente la magnitud de la contaminación y tome medidas reales de remediación y reparación, en especial para aquellas comunidades indígenas y campesinas cuyos ríos son la única fuente de agua. Insistimos en que la subsistencia de centenares de familias indígenas y campesinas depende directamente de los ríos de la Amazonía.

6. Recordamos el deber primordial del Estado de garantizar sin discriminación el efectivo goce de los derechos humanos “en particular la educación, la salud, la alimentación, la seguridad social y el agua para sus habitantes” (Constitución art. 3), y que estos derechos no pueden ser suspendidos ni limitados durante la vigencia del Estado de Excepción.

7. De manera particular, en el contexto de medidas excepcionales por el Coronavirus, el Estado debe tomar medidas URGENTES para la atención de la población que resulta más vulnerable, como es el caso de Pueblos Indígenas, y evitar que otros factores externos, evitables y derivados de actividades no esenciales representen un riesgo mayor.


Las Voces de Nuestras Mayoras Siona Se Apagan en Medio de Abandono Estatal Colombiano y Ecuatoriano

CONDOLENCIA

Territorio transfronterizo Ziobain. 14 de abril 2020 – Con profunda tristeza, desde el Resguardo Siona de Buenavista y la Comunidad Ancestral de Sionas – Kichwas de San José de Wisuya informamos que nuestra Mayora, Rosa Yaiguaje, falleció a pocos días de haber cumplido 84 años. Con su partida, la Nacionalidad transfronteriza Ziobain pierde no sólo una de sus guías, sino también a una de las últimas memorias de la cultura siona.

Durante su vida, acompañó la lucha por la pervivencia de este Pueblo; conocía y amaba su territorio. En conjunto con los demás Taitas y las Mayoras, iba al frente de la organización por la defensa del territorio. Ella era la oralidad viva que caminaba y revitalizaba este proceso. Lamentablemente, partió sin gozar de un territorio completamente limpio de explotación petrolera y la consecuente contaminación; y sin poder ver a su Pueblo libre del hostigamiento por parte de las petroleras Amerisur PLC y Petroamazonas EP y de la intimidación y amenazas de los grupos armados.

Ella se fue sin ver en el territorio un hecho distinto al absoluto abandono estatal de los gobiernos colombiano y ecuatoriano. No pudo presenciar la aplicación de las medidas cautelares de la CIDH en la zona colombiana; mientras del lado ecuatoriano, no encontró ni siquiera el reconocimiento formal del riesgo de extinción física y cultural de su Pueblo, mucho menos las medidas necesarias para su protección.

Así mismo, no pudo presenciar la construcción de las Casas de Pensamiento para que niños, niñas y jóvenes sionas puedan seguir el camino de los Taitas y Mayoras. Su palabra se apagó sin poder compartirnos más historias y cuentos siona; sin poder enseñarnos el idioma que poco a poco se va diluyendo entre nosotras y nosotros.

Nuestra Mayora Rosita nos dejó en un momento cada vez más complejo para quienes habitamos el Putumayo; un momento en el que el paramilitarismo y otros grupos irregulares armados asesinan a diario a nuestros hermanos dirigentes sociales de otros pueblos. Sin embargo, su imagen se junta a la de nuestros Taitas y Mayoras que han trascendido, y estamos seguros que seguirá siendo una referencia importante para nuestra lucha, que es la lucha por la pervivencia del Pueblo Ziobain.

Que la muerte de la Mayora Rosita suponga el reconocimiento estatal del riesgo al que se enfrenta nuestro Pueblo. Las voces, las memorias de Taitas y Mayoras se están perdiendo en medio de omisión, de silencio e inacción.

Finalmente, decimos en su honor:

No quiero
Que mis muertos descansen en paz
Tienen la obligación
De estar presentes
Vivientes en cada flor que me robo
A escondidas
Al filo de la medianoche
Cuando los vivos al borde del insomnio
Juegan a los dados
Y enhebran su amargura.

Los conmino a estar presentes
En cada pensamiento que desvelo

No quiero que los míos
Se me olviden bajo tierra
Los que allí los acostaron
No resolvieron la eternidad

No quiero
Que mis muertos me los hundan
Me los ignoren
Me los hagan olvidar
Aquí o allá
En cualquier hemisferio

Los obligo a mis muertos
En su día
Los descubro, los trasplanto
Los desnudo
Los llevo a la superficie
A flor de tierra
Donde está esperándolos
El nido de la acústica.

DOS DE NOVIEMBRE
Stella Díaz Varín, La Colorina

 


Llamado Urgente del Pueblo Shuar Arutam de la Amazonia Ecuatoriana Ante La Emergencia Sanitaria

ACCIÓN URGENTE

#SOSPuebloShuarArutam
LLAMADO URGENTE AL COE NACIONAL Y AL MINISTERIO DE SALUD ANTE LA EMERGENCIA SANITARIA

Mayaik, 13 de abril de 2020

Sr. Lenin Moreno
Presidente de la Republica de Ecuador

Sra. Alexandra Ocles
Secretaria de Gestión de Riesgos

Sr. Juan Carlos Zevallos López
Ministro de Salud Pública del Ecuador

Srs. Sala de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada para la pandemia del COVID-19 de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH)

Sr. Arnaud Peral
Coordinador Residente ONU Ecuador

En su despacho:

Entre el 1 y 4 de marzo de este año, en Toronto – Canadá, se desarrolló la “Convención de Exploración y Minería de Primer Nivel”, ignorando varias sugerencias de que ésta debía cancelarse por la expansión del COVID-19 que ya generaba alarma en varios países europeos, del sudeste asiático y Canadá. Entre los participantes de esta Convención estuvieron siete personas de los centros shuar Warints y Yawi, Asociación Nunkui del cantón Limón Indanza, provincia de Morona Santiago, invitadas por la empresa canadiense Solaris Resources/Equinox Gold y su subsidiaria en Ecuador, Lowell Copper Holdings. Es de conocimiento público que varios de los participantes se contagiaron de COVID-19, entre ellos el Ministro de Minas de Burkina Faso en África Occidental, luego de lo cual otras 146 personas habrían resultado contagiadas en ese país.

El Consejo de Gobierno del PSHA, conjuntamente con la Federación Interprovincial de Centros Shuar (FICSH), CONFENIAE y CONAIE ante la declaración de Estado de Excepción por la Emergencia Sanitaria en Ecuador, activamos nuestros protocolos de protección y restricción de la circulación de personas, así como el monitoreo permanente de nuestros territorios.

El 2 de abril pasado, la Presidenta del Consejo de Gobierno del PSHA, Josefina Tunki, comunicó esta situación al Gobernador de Morona Santiago, al Defensor del Pueblo y al Coordinador del Área de Salud Zonal 6 y solicitó que, en coordinación con el Consejo de Gobierno del Pueblo Shuar Arutam, implementen las medidas necesarias y culturalmente adecuadas para impedir y contener el contagio del virus en la nacionalidad Shuar. Se solicitó determinar si el deceso de la madre de uno de los viajeros, ocurrido tras su regreso de Canadá, se debe al COVID-19.

Ante esto, el Gobernador de Morona, Juan León Pilco, a través del medio de comunicación Exprésate Morona, respondió que “los protocolos fueron cumplidos eficazmente, esta compañía de extracción minera cumplió a satisfacción” y afirmó, sin ofrecer evidencia alguna, que la muerte reportada en Warints “no tiene nada que ver con las personas que viajaron a Canadá”. Además, censuró la actuación de la Presidenta del PSHA.

El pasado 10 de abril, falleció el padre de otro de los participantes de la mencionada Convención y en los últimos días, desde los centros shuar Warints y Yawi nos han reportado los nombres de más personas que se sienten enfermas.

A lo anterior hay que sumar que la movilización de militares a los territorios no se ha detenido y se conduce sin las debidas precauciones contra el COVID-19. Personal de las Brigadas de Selva continúan rotando sin tomar ninguna precaución, como sucede en el cantón Tiwintza donde ya se confirmó un caso del COVID-19. Actualmente el campamento militar está en cuarentena.

Los Pueblos Indígenas conservamos prácticas ancestrales de protección frente a emergencias de este tipo,incluido el manejo territorial; sin embargo, estas son vulneradas por las acciones y omisiones de las autoridades. Es inexplicable que el Decreto de Estado de Excepción por la Emergencia Sanitaria, dictado el 16 demarzo, haya exceptuado a las actividades extractivas de la restricción de movilidad necesaria para impediry contener a la pandemia. La constante rotación de personal ajeno a las regiones donde se desarrollan esasactividades constituye un factor de alto riesgo de propagación y peligro para las todas las comunidadeslocales, indígenas o no. El beneficio directo que esa excepción injustificada representa para las operadoras mineras en la zona, las empresas Lowell Mineral, Solgold/Cruz del Sol, Aurania Resources/Ecuasolidus, Luminex Resources-BHP/Proyectmin, Explorcobres, Ecuacorrientes, entre otras, incrementa la vulnerabilidad de Warints, Yawi y otros centros y asociaciones miembros del Pueblo Shuar Arutam.

El gobierno ecuatoriano tiene la obligación dar una respuesta urgente, culturalmente adecuada, que priorice el derecho a la vida y a la integridad cultural, tal como lo plantea el numeral 57 de la Resolución 1/2020, adoptada por la CIDH el 10 de abril de 2020, sobre Pandemia y DDHH en las Américas que manda a:

Extremar las medidas de protección de los derechos humanos de los pueblos indígenas en el marco de la pandemia del COVID-19, tomando en consideración que estos colectivos tienen derecho a recibir una atención de salud con pertinencia cultural, que tome en cuenta los cuidados preventivos, las prácticas curativas y las medicinas tradicionales.

Por lo anterior EXIGIMOS:

1. Que el COE Nacional y Provincial así como el Ministerio de Salud Pública implementen acciones de respuesta efectiva frente a las muertes registradas en Warints, en aplicación del principio de precaución ante la sospecha de que esas muertes se hayan debido al Covid-19. En coordinación con el PSHA y siempre en observación del principio del consentimiento, previo, libre e informado, se deben aplicar las pruebas para determinar posibles contagios en el entorno de los viajeros a la cita minera en Canadá; establecer un cerco epidemiológico efectivo que incluye la provisión de los míni- mos necesarios de alimentación y pervivencia para que se pueda cumplir la cuarentena en dignidad; y brindar la atención y tratamiento oportuno, acordes al derecho a la Salud Integral (Constitución Política 2008), incluidos los medicamentos y cuidados paliativos necesarios, a las personas que estu- vieran contagiadas.

2. Que el MSP realice pruebas masivas en el territorio del PSHA que permitan la identificación de personas contagiadas sintomáticas y asintomáticas como medida urgente para contener la expan- sión del virus, priorizando la toma de muestras en los centros shuar aquí señalados.

3. Que el COE Nacional y Provincial establezcan de manera inmediata, y en coordinación con el Con- sejo de Gobierno del PSHA, la Federación Interprovincial de Centros Shuar (FICSH), la CONFENIAE, la CONAIE, acciones conjuntas y coordinadas para la implementación de un Sistema de Vigilancia Epidemiológica Étnico de la Pandemia.

4. Que el COE Nacional, Provincial y los Gobiernos Autónomos Descentralizados entreguen de manera urgente y efectiva ayuda humanitaria como alimentos (para garantizar de manera especial la nutrición de nuestros niños, niñas, adolescentes y ancianos), medicinas, kits de limpieza y de desinfección en todos los centros del Pueblo Shuar Arutam.

5. Que la Defensoría del Pueblo nacional y provincial activen su rol de garantes de derechos para que el Ministerio de Salud y el COE Provincial asuman sus obligaciones de manera directa y trans- parenten la información a las estructuras de gobierno propio del Pueblo Shuar Arutam, sus Asocia- ciones y Centros y, garanticen la pertinencia cultural en todas sus acciones.

6. Que el Ejecutivo y el COE Nacional prioricen los derechos a la vida digna, la salud, la integridad física, consentimiento y la autodeterminación del Pueblo Shuar Arutam por sobre las actividades extractivas en su territorio. La incompatibilidad de actividades extractivas mineras y los derechos de los Pueblos se deberá resolver siempre a favor nuestro, particularmente, en casos en los que la experiencia histórica y el principio de precaución obligan a detener actividades y/o establecer moratorias para no arriesgar nuestras vidas. Los Pueblos Indígenas amazónicos, históricamente hemos sido altamente vulnerables a enfermedades y epidemias occidentales. Entendiendo además que el mantener estas actividades impiden el cumplimiento de la cuarentena y el aislamiento requeridos para evitar y contener la pandemia, corresponde la inmediata salida del territorio del PSHA de personal de las empresas extractivas y de personal de las fuerzas armadas y policía destinados a su protección.

Para mayor información:
Josefina Tunki
Presidenta del Pueblo Shuar Arutam
Teléfono: 096 203 2831
Correo electrónico: josefinatunki1962@hotmail.com

Galo Chup
Gestión Externa del Pueblo Shuar Arutam
Teléfono: 098 505 3816
Correo electrónico: kurich2015@hotmail.com

Marcelo Unkuch
Gestión Externa del Pueblo Shuar Arutam
Teléfono: 096 183 9233
Correo electrónico: marcelounkuchp@hotmail.com

 

Se adhieren a la presente carta:

Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador – CONAIE
Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía del Ecuador – CONFENIAE
Confederación Kichwa del Ecuador, ECUARUNARI
Federación de Centros Awá del Ecuador y la Gran Familia Awá Binacional (Esmeraldas-Carchi)
Federación Indígena y Campesino de Imbabura, FICI
Red de Coordinadora de Organizaciones Sociales del Norte, REDCONE (Esmeraldas)
Actores sociales de la parroquia “6 de Julio de Cuellaje”
Asamblea de la Unidad Cantonal de Cotacachi, AUCC (Imbabura)
Asamblea de los Pueblos del Sur, APS
Asociación de Campesinos Agroecológicos de Intag, ACAI
Asociación de Productores del Norte, APT-NORTE
Asociación de Propietarios de Tierras Rurales del Norte
Asociación Shuar Bomboiza (Morona Santiago)
Bosque Protector Los Cedros (Imbabura)
Cabildo por el Agua de Cuenca
Colectivo Caminantes
Colectivo de Antropólogas
Colectivo de Geografía Crítica Ecuador
Colectivo de las parroquias Chical y Maldonado (Carchi)
Colectivo Mindo es Vida
Comité en Defensa de la Vida y los Derechos de la Naturaleza, parroquias Palo Quemado y las 9. Pampas (Cotopaxi)
Comunidad A’i Cofán Sinangoe (Sucumbíos)
Comunidad Indígena Amazónica de Acción Social Cordillera del Cóndor, CASCOMI (Zamora Chinchipe)
Coordinadora Cantonal por la Defensa de la Vida, el Agua y la Naturaleza Canton Pallatanga
Coordinadora Ecuatoriana de Organizaciones para la Defensa del Ambiente y la Naturaleza, CEDENMA
Coordinadora Nacional campesina Eloy Alfaro
Cuencas Sagradas Territorios Para la Vida Ecuador-Peru
Defensa y Conservacion Ecologica de Intag DECOIN (Imbaura)
Ecuador Decide
Federación de Organizaciones Campesinas e Indigenas del Azuay, FOA
Frente de Defensa del Noroccidente de Pichincha
Frente Provincial por la Defensa de la Pachamama y la Vida (Bolívar)
Grupo Kanaka
Hijas del Maíz – Saramanta Warmikuna
Infórmate Pueblo
Luna Creciente
Mancomunidad de la Bioregión del Chocó Andino:
Calacalí, Nono, Nanegal, Nanegalito, Pacto,Gualea y Mindo (Pichincha)
Observatorio Minero Social y Ambiental del Ecuador, OMASNE
Parlamento Popular y Plurinacional de Mujeres y Organizaciones Feministas
Pastoral social – Cáritas de Esmeraldas
Red Jóvenes Chocó Andino
Ser Animal
Sistema comunitario de Agua de Girón (Azuay)
Tierra y Vida – CEDOCUT
Unión tierra y vida
Yasunidos
Yasunidos Guapondélig (Azuay)
Acción Ecológica
Amazon Frontlines
Amazon Watch
Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo, ALDEA
Asociación Latinoamericana de Medicina Social, ALAMES
Clínica Ambiental
Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, CEDHU
Corporación Toisán (Imbabura)
FIAN Ecuador
Fundación Cambugán
Fundación Pachamama
Fundacion Regional de Asesoría en Derechos Humanos – INREDH
Gaia – Tierra Vive
Instituto de Estudios Ecologistas del Tercer Mundo
Land is Life
Surkuna
Tegantai – Agencia de Noticias Ecologistas


Nacionalidad Waorani de la Amazonia Ecuatoriana Exige Participación En Las Intervenciónes Durante la Emergencia Sanitaria

Frente a ausencia de protocolos culturalmente específicos durante la pandemia, organizaciones de la nacionalidad Waorani exigimos a COE provinciales concertar nuestra participación en la intervención durante la emergencia sanitaria

Amazonía del Ecuador, 09 de abril 2020 – La nacionalidad Waorani, organizada a través de la Nacionalidad Waorani del Ecuador (NAWE), la Asociación de Mujeres Waorani de la Amazonía ecuatoriana, (AMWAE), y las filiales provinciales: CONCONAWEP en Pastaza, ONWO en Orellana, y ONWAN en Napo, queremos recordarle al Estado que, a varias semanas de declarada la emergencia sanitaria debido a la pandemia del covid-19, las poblaciones waorani –cerca de 4.000 personas- continuamos enfrentando una situación humanitaria grave. Tanto quienes han decidido permanecer en las comunidades como aquellos que viven en las ciudades y han decidido proteger a sus familias manteniéndose fuera de sus comunidades.

Los primeros están sufriendo por falta de alimentos como sal, arroz, fideos que complementan la dieta alimenticia, además, no cuentan con medicamentos que provienen de farmacias, hay escasez de insumos como fósforos y jabón. Los segundos, más de 150 familias que se encuentran en la parte urbana en la Shell, Coca y Tena, están afectados por no poder ingresar a sus comunidades semanalmente a proveerse de alimentos de sus chacras como el plátano, la yuca y las carnes de monte.

Como Nacionalidad Indígena en reciente contacto, con una historia de enfermedades introducidas a través delos procesos de colonización y con un sistema inmune menos resistente a nuevas enfermedades; así mismo,con territorios habitados también por Pueblos Indígenas en situación de no contacto con el mundo global yaltamente vulnerables, nos preocupa particularmente que las autoridades sanitarias continúan sin emitir ningún protocolo específico y concertado con las organizaciones indígenas nacionales, con sus aliados, odirectamente con nuestras organizaciones.

Esto, pese al exhorto de la Secretaría General de la OEA, con fecha 3 de abril de 2020, de trabajar “(…) de manera coordinada con protocolos específicos que apunten a resguardar la salud y bienestar de su población indígena desde un enfoque intercultural (…)”.1 Así como, pese al riesgo que implica la presencia de extraños en nuestros territorios, la actividad extractiva no ha cesado. Por tanto, exigimos del Estado ecuatoriano lo siguiente:

1. Establecimiento de manera INMEDIATA de una mesa técnica de alto nivel, dentro de los COE provinciales de Pastaza, Orellana y Napo, que incluya la participación del presidente de la NAWE con el apoyo de sus Organizaciones filiales y sus equipos técnicos con experticia en trabajo con estos pueblos y territorios.
2. Ese espacio deberá garantizar la coordinación ágil y efectiva entre los COE Provinciales el Ministerio de Salud, la Secretaría de Riesgos, la Policía y las Fuerzas Armadas, con las organizaciones y dirigencias Waorani, para mantener a las comunidades libres de contagio y aseguradas en sus mínimos vitales (alimentación y salud integral).
3. Se debe crear bajo el esquema de coordinación ya descrito, el acceso a las canastas básicas (Kits alimenticios) y elementos de bioseguridad (gel, tapabocas) tanto para las familias que permanecen en las ciudades o sectores rurales como para las familias que permanecen en territorio, con distintos alimentos de acuerdo con el lugar de vida.
4. Se debe asegurar que las comunidades que permanecen adentro tengan acceso a fuentes de alimentación propias aprovisionadas mediante prácticas de pesca, cacería y recolección, vigilando que no resulten contaminadas o afectadas por terceros.

5. Sobre la garantía de salud integral proponemos:

a) En concertación y coordinación con las organizaciones y sistemas de autoridad de las comunidades y consejo, se emprendan acciones culturalmente apropiadas de prevención primaria (para evitar que el Covid-19 llegue a las comunidades), prevención secundaria (para detección temprana de casos) y prevención terciaria (para reducción de la mortalidad).
b) Realizar pruebas masivas territorializadas que permitan la detección temprana de personas contagiadas sintomáticas y asintomáticas. De manera INMEDIATA, se deberá realizar toma de muestras de confirmación en las comunidades Waorani que presentan altos índices de Infecciones Respiratorias Agudas (IRA).
c) Aplicación de test a personal de petroleras y personal estatal antes del ingreso a los territorios para evitar el contagio involuntario.
d) Coordinación de acciones conjuntas entre los gobiernos y las autoridades indígenas y la implementación de un Sistema de Vigilancia Epidemiológica Étnico de la pandemia.
e) Abastecimiento de las unidades de salud, que prestan asistencia en los territorios de PPII o aledaños, con la cantidad necesaria de insumos para protección individual, medicamentos sintomáticos, productos de higiene personal, garantizando el flujo de reposición adecuado.
f) Reparar los sistemas de abastecimiento de agua en las comunidades en las que estos no estén funcionando e implementar sistemas en los lugares donde aún no existan.
g) Un plan de aislamiento en las comunidades para aquellas familias o grupos de familias contagiadas, que incluye un Protocolo con buena información, conocido por cada comunidad, la provisión de carpas y utensilios de cocina y víveres suficiente para cumplir el aislamiento.
h) En el caso de presentarse emergencias graves y se decida por la comunidad la evacuación de las personas que están en esta situación de salud, el COE, en coordinación con la NAWE, debe asegurar de manera obligatoria el uso de avionetas para sacar a los pacientes graves y el traslado inmediato hacia el hospital más cercano, que esté en capacidad real de atender la emergencia, que cuente con un espacio asignado y un respirador (Hospitales públicos adecuados como el Hospital Eugenio Espejo).

6. Es obligación del Estado Plurinacional ecuatoriano la difusión de contenidos interculturales. En este sentido, el movimiento indígena, la NAWE y sus organizacioneshan generado una campaña informativa y preventiva en lenguas originarias de pueblos y nacionalidades. El gobierno debe garantizar y disponer la difusión amplia y permanente de estos contenidos mediante todos los canales públicos y privados, y en todos los formatos.

7. El gobierno debe intensificar las acciones de vigilancia y protección de territorios invadidos por mineros ilegales, narcotraficantes, madereros, colonos, misioneros, turistas, etc. Ello, en concertación y coordinación con las autoridades y sistemas de gobernanza y protección territorial de las comunidades.

8. Ni la emergencia, ni una noción punitiva y militar de “seguridad nacional” pueden dar lugar a la militarización inconsulta de territorios, que está expresamente rechazada por el derecho internacional y constitucional ecuatoriano de los derechos de los pueblos y nacionalidades.

9. Que el gobierno priorice los derechos a la vida digna, la salud, la integridad física, el consentimiento y la autodeterminación de los Pueblos Indígenas sobre las actividades extractivas en sus territorios. La incompatibilidad entre éstas y los derechos de los pueblos se deberá resolver siempre a favor de estos, particularmente, en casos en los que la experiencia histórica y el principio de precaución imponen detener actividades y/o establecer moratorias para no arriesgar la pervivencia de grupos humanos especialmente vulnerables. Asimismo, en protección de los pueblos y sus derechos.

10. De no ser factible esta participación solicitamos que se realice una asignación presupuestaria, misma que será manejada por la NAWE, en base al esquema de problemática y necesidades que se ha presentado.

Finalmente, reiteramos que mientras el tiempo transcurra las acciones urgentes que se tomen serán un factor determinante en los impactos que esta pandemia cause en nuestra gente.


Alertamos a las organizaciones sociales y al Gobierno de Perú que la rotura del SOTE y del OCP afectan también a territorio peruano

8 de abril 2020. Quito, Ecuador – Las Organizaciones Sociales y de derechos humanos que suscribimos, ante la falta de información pública, oportuna y clara por parte del gobierno ecuatoriano, advertimos a las organizaciones peruanas: AIDESEP, ORPIO, ORKIWAN, ORGANIZACIÓN KICHWA WANKIRUNA DEL ALTO NAPO, Federación de comunidades nativas del alto y medio Río Napo, Curaray y Arabela FECONAMNCUA, OISPE, así como a las organizaciones eclesiásticas peruanas y del Vicariato de San José del Amazonas, que el día de ayer 7 de abril, en horas de la tarde, se produjo un derrame de crudo por una rotura del Sistema de Oleoductos Transecuatoriano (SOTE) y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) a la altura de la Cascada de San Rafael ubicado en la provincia de Sucumbíos (Ecuador).

A lo largo del día de hoy, varias comunidades que viven a las riberas de los ríos Coca y Napo han reportando que el derrame ha llegado hasta sus territorios generando graves afectaciones a, lo que para muchas de ellas es, su ÚNICA FUENTE de agua y alimentación.

Conocemos por redes sociales que el Municipio de Francisco de Orellana anunció la suspensión de la captación de agua desde el río Coca, a partir de las 21:00 del día de ayer. Además, el día de hoy, Juan Báez, director de Agua Potable del Municipio de Orellana, informó que han habilitado la planta de captación del río Payamino para el abastecimiento de residentes en zona urbana a efectos de evitar problemas de salud a la ciudadanía. Por su lado, Juan Carlos Orellana, alcalde del cantón Aguarico, en un comunicado, publicó también que se ha dejado de captar agua del río Napo, y que se buscará dotar a la ciudadanía del líquido vital. Sin embargo, ninguna de estas medidas garantizan el acceso al líquido vital para las comunidades indígenas y campesinas, asentadas en zonas rurales; así como tampoco su acceso a la alimentación a través de la pesca.

A pesar de que varias organizaciones de DD.HH. lo hemos solicitado, la empresa estatal de petróleos PETROECUADOR y los Ministerios ecuatorianos responsables NO han transparentado la información sobre la cantidad de crudo vertido, las medidas de contención tomadas y las alternativas para que las comunidades indígenas y campesinas afectadas garanticen sus derechos mínimos de subsistencia. Este hecho agrava mucho más la situación de vulnerabilidad que ya enfrentan en el marco de la actual pandemia por el Covid-19.

La ÚNICA información proporcionada por el Estado ecuatoriano tiene que ver con los mecanismos para garantizar que el transporte de crudo no resulte afectado. Condenamos que no se genere la misma preocupación sobre la integridad, la salud y la alimentación de cientos de familias afectadas.

LLAMAMOS LA ATENCIÓN del gobierno peruano, a través de su Cancillería, Procuraduría, Defensoría del Pueblo y Ministerio de Ambiente, para que exijan a su par ecuatoriano transparentar la información pública, oportuna y veraz sobre este hecho y sus implicaciones.

REQUERIMOS a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos – CIDH, de manera particular a la Relatoría Especial sobre los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales – REDESCA, realice un seguimiento exhaustivo de esta grave situación, y requieran de manera formal al Gobierno Ecuatoriano, en cabeza de Lenín Moreno, información detallada sobre los hechos acaecidos y las medidas tomadas en materia social y ambiental. Particularmente, de cara a la atención de la Pandemia.


DENUNCIA PÚBLICA: Violaciones de Derechos Humanos en el Putumayo Durante Estado de Emergencia Decretado por el COVID-19

Ante la persistencia de hechos de intimidación, amenazas, asesinatos, y violaciones a los derechos contra ciudadanos/as venezolanos/as, líderes, lideresas sociales, excombatientes y Pueblos Indígenas en el departamento de Putumayo en el marco del estado de emergencia decretado por el COVID-19

IVÁN DUQUE MÁRQUEZ
Presidente de la República de Colombia

MARTHA LUCÍA RAMÍREZ BLANCO
Vicepresidenta de la República de Colombia

ALICIA ARANGO OLMOS
Ministra del Interior

CLAUDIA BLUM DE BARBERI
Ministra de Relaciones Exteriores

MARGARITA LEONOR CABELLO BLANCO
Ministra de Justicia

FERNANDO RUÍZ GÓMEZ
Ministro de Salud

RICARDO JOSÉ LOZANO PICÓN
Ministro de Ambiente

EMILIO ARCHILA
Alto Consejero para la estabilización

NANCY PATRICIA GUTIÉRREZ
Alta Consejera para los Asuntos Internacionales y Derechos Humanos

MIGUEL ANTONIO CEBALLOS
Alto Comisionado para la Paz

FRANCISCO BARBOSA
Fiscal General de la Nación

FERNANDO CARRILLO FLÓREZ
Procurador General de la Nación

CARLOS ALFONSO NEGRET MOSQUERA
Defensor Nacional del Pueblo

Las organizaciones firmantes rechazamos el incremento de la violencia en Colombia en medio de la pandemia global por el Covid 19. Una vez más, llamamos a cesar todo tipo de violencia y apelamos al Estado a garantizar la vida e integridad de los habitantes del departamento de Putumayo quienes se encuentran en medio de un contexto de disputas por el control social y territorial del departamento; recordándole la obligación reforzada en términos de especial protección para personas migrantes, defensores y defensoras de derechos humanos y Pueblos Indígenas.

Insistimos en las denuncias hechas desde el año pasado por las diferentes organizaciones sociales y de defensa de los derechos humanos, así como los hechos de las últimas semanas:

1. El 19 de marzo de 2020 en fue asesinado MARCOS LEOPOLDO RIVADENEIRA ZABALA, representante legal de la asociación ASOPUERTOASÍS, vocero del Comité Operativo Nacional de la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos y vocero regional del Proceso Nacional de Garantías. El señor Rivadeneira era reconocido por su liderazgo en los procesos de sustitución voluntaria de cultivos, la defensa del territorio, la vida digna y los Acuerdos de Paz, sin que hasta el momento se conozcan investigaciones eficaces al respecto.

2. En la semana del 22 de marzo, 7 días después de la declaratoria del Estado de emergencia económica, social y ecológica generada por el COVID-19, circuló por redes sociales un video que documentaba la atroz práctica de desmembramiento de cuatro cuerpos masculinos. Esta escena se difundió tras el asesinato cometido en el sector conocido como El Cedral ubicado a 20 minutos del centro urbano del municipio de Puerto Asís. Según lo manifestado por algunos habitantes del departamento, las víctimas eran de nacionalidad venezolana y algunos de ellos habían sido señalados como autores de hurtos en la región, por parte de grupos armados ilegales con presencia en la zona.

3. Desde el 23 de marzo y hasta la fecha en diversas carreteras del municipio de Puerto Asís se están presentando retenes y control armado por parte de estructuras del grupo autodenominado “La Mafia”. Grupos conformados entre cuatro y seis hombres de este grupo armado realizan retenes ilegales, e imponen control con rondas en motocicletas de alto cilindraje a pesar de la declaratoria de confinamiento y de acciones de con trol de FFAA y Fuerza Publica a raíz de la pandemia mundial por el COVID-19. Las acciones de intimidación, control y asesinatos por parte de estas estructuras armadas se realizan en una zona con fuerte presencia militar de la Brigada XXVII de Selva en Colombia, la Policía Nacional y la Fuerza Naval del Sur.

Adicionalmente, varias comunidades de la rivera del Putumayo denunciaron la presencia constante de actores armados irregulares pertenecientes a esta estructura, quienes de manera verbal han advertido a dirigentes y moradores que por disposición de los comandantes de dicha estructura “se la va a dar plomo cualquier persona que resulte sospechosa de contagio con COVID-19”, indicando que están en la obligación de informar al grupo de cualquier sospecha y de negarse se tomarán medidas contra las comunidades.

4. El 26 de marzo la Comisión Intereclesial informó del riesgo de ataque contra la lideresa de la Zona de Reserva Campesina Perla Amazónica JANI SILVA, ataques que se pueden desarrollar en los continuos movimientos que por su labor realiza la lideresa.

5. El 29 de marzo, según información difundida por medios de comunicación nacional y organizaciones de Derechos Humanos, fueron asesinados 3 personas en la vereda Brisas de Hong Kong, municipio de Puerto Asis (1). Las víctimas fueron identificadas como JOSÉ GREGORIO ÁLVAREZ BRITO, de 25 años, ÁNGEL GABRIEL FIGUERO CALDERÓN de 38 años, ambos de nacionalidad venezolana y EDITH NOHELIA CAICEDO de nacionalidad colombiana. Los hechos ocurrieron a tan solo tres minutos del casco urbano donde se ha ido posicionando la estructura armada “La Mafia”. La Red de Derechos Humanos de Putumayo, Piamonte, Cauca y Nariño manifestó que antes de estos hechos había informado a las autoridades locales sobre la circulación de panfletos amenazantes contra la población migrante, sin que hasta el momento se conozcan investigaciones eficaces al respecto.

Las amenazas, asesinatos y descuartizamientos se enmarcan dentro las acciones de control de la zona, por parte de actores armados ilegales que buscan difundir un mensaje de xenofobia y discriminación contra población venezolana que habita de manera itinerante en la porosa frontera entre Colombia y Ecuador o que busca establecerse en algún lugar, encontrándose en condición de extrema vulnerabilidad en medio de la emergencia del Covid19 y agravándose esta situación ante la estigmatización, el señalamiento y la impunidad.

El 31 de marzo fue exhumado el cuerpo de Juan Carlos Castillo, habitante del ETCR Heiler Mosquera. Juan Carlos habría sido asesinado y enterrado el pasado 27 de marzo, en límites del resguardo Nasa Kwisna Cxhab y la vereda Alto Lorenzo en el corregimiento La Carmelita del municipio de Puerto Asís.

7. El 05 de abril la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, dio cuenta de once asesinatos en el departamento de Putumayo en medio de las medidas de aislamiento preventivo obligatorio, siete de estos casos han ocurrido en el municipio de Puerto Asís. (2)

Desde el mes de septiembre de 2019, mediante la Alerta temprana 040, la Defensoría del Pueblo señaló el elevado riesgo al que está expuesta la población civil del municipio de Puerto Asís y de algunos territorios colectivos de comunidades étnicas y Resguardos Indígenas, debido a la presencia y disputa por el control territorial de facciones ilegales de FARC – EP que no suscribieron el Acuerdo Final de Paz y la estructura armada ilegal autodenominada ‘La Mafia’, quienes han incrementado sus acciones de disputa armada durante los últimos días (3). Según información confirmada por varios líderes y lideresas de la región, los actores armados estarían amenazando con asesinar a quienes resulten con síntomas del Covid-19, como medida de control de la pandemia en el departamento del Putumayo.
Es inconcebible el control que estas estructuras armadas realizan e imponen a las comunidades en medio de las acciones y presencia constante tanto de la Brigada XXVII de Selva y la Fuerza Naval del Sur del Ejército y múltiples unidades de La Policía Nacional. Los asesinatos y amenazas contra líderes, lideresas, defensores de derechos humanos, excombatientes, evidencia la crítica situación social por la que atraviesan las comunidades en el Putumayo, especialmente en el municipio de Puerto Asís, sin que el Estado colombiano garantice acciones de protección de manera integral.

Teniendo en cuenta los hechos sucedidos en el mes de marzo de 2020 contra la vida e integridad personal de líderes sociales, excombatientes y ciudadanos venezolanos, en medio de un contexto de disputas por el control social y territorial del departamento de Putumayo, la Comisión Colombiana de Juristas, el Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo, La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, La Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES), La Corporación Claretiana Norman Pérez Bello (CCNPB), Amazon Frontlines, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y el Washington Office on Latin America (WOLA) respaldamos las solicitudes de las organizaciones sociales y comunidades del Putumayo dirigidas a las autoridades municipales, departamentales y a las entidades del orden nacional, mediante las cuales se requiere de manera urgente:

(i) Acoger el Acuerdo Humanitario global por COVID-19 (4), propuesto por comunidades y organizaciones sociales de Putumayo y nivel nacional, el cual cuenta con el respaldo de distintos sectores sociales, académicos, ONG’s, y Organismos internacionales
(ii) La investigación, juzgamiento y sanción de los hechos que se presentan en un contexto de control territorial por parte de actores armados ilegales que difunden mensajes y acciones xenofóbicas y discriminatorias, mediante las amenazas y asesinatos contra ciudadanos venezolanos;
(iii) La investigación, juzgamiento y sanción de las amenazas y asesinatos contra las personas defensoras de derechos humanos, líderes, lideresas y excombatientes en el departamento de Putumayo, en cumplimiento a lo dispuesto en el Punto 3.4.4 del Acuerdo Final de Paz;
(iv) El fortalecimiento y cumplimiento de los protocolos de prevención, protección y garantías de no repetición a los habitantes del departamento, así como a los ciudadanos venezolanos en condición de vulnerabilidad para que se garanticen sus
derechos a la vida e integridad personal y no discriminación;
(v) Rechazar las actividades de erradicación forzosa de cultivos de uso ilícito realizadas
por el Ejército y la Policía Nacional aprovechándose de las limitaciones de movilidad y restricciones impuestas por las medidas de emergencia derivadas de la pandemia, hasta que existan procesos de concertación directa con las comunidades y garantías de sustitución para las familias que derivan de allí su sustento;
(vi) La atención humanitaria urgente derivada de la emergencia sanitaria por el COVID-19 a la población vulnerable, que debe necesariamente incluir alimentos y medidas de bio-seguridad para las comunidades étnicas del departamento; así como la prevención de retornos a los territorios de las personas indígenas que habitan contextos urbanos a través de garantías de permanencia en sus lugares de ocupación
(vii) Exigir el fortalecimiento de los sistemas de salud intercultural para los pueblos indígenas, con inversión urgente y específica en transporte de equipos, insumos y material de capacitación para la prevención de la propagación del Covid-19 en los territorios.
(viii) Exigir a la Unidad Nacional de Protección, entrega de medios materiales idóneos y adecuados para los líderes y lideresas entre ellos Jani Silva, tales como garantizar cobertura de comunicación, embarcaciones fluviales, vehículos idóneos, chalecos.

GUSTAVO GALLÓN GIRALDO
Director
Comisión Colombiana de Juristas

DANILO RUEDA
Representante Legal
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz

JAIME A. LEÓN
Director
Corporación Claretiana Norman Pérez Bello

FRANCISCO QUINTANA
Director del Programa para la Region Andina, Norteamérica y el Caribe
Centro por la Justicia y el Derecho Internacional

REINALDO VILLALBA VARGAS
Presidente
Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo”

MARCO ROMERO SILVA
Director
Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento

LINA MARÍA ESPINOSA
Coordinadora Área Legal
Amazon Frontlines

GIMENA SÁNCHEZ – GARZOLI
Directora para los Andes
Washington Office on Latin America

Referencias
1. justiciaypazcolombia.com/asesinados-dos-venezolanos-y-una-mujer-colombiana/; y
https://www.semana.com/nacion/articulo/los-asesinatos-no-paran-encuentran-tres-venezolanos-muertos- en-puerto-asis/660351
2. https://www.justiciaypazcolombia.com/oleada-de-19-asesinatos-por-presumible-responsabilidad-la- mayoria-del-grupo-llamado-la-mafia-en-zonas-de-operaciones-militares-y-policiales-continuidad-de- operaciones-de-erradicacion-forzosa-que-des/
3. Defensoría del Pueblo, Alerta temprana
4. No 040-19, de inminencia, debido a la situación de riesgo que enfrentan los habitantes del Corregimiento de Piñuña Blanco, Municipio Puerto Asís, departamento Putumayo. Septiembre de 2019.
https://www.justiciaypazcolombia.com/carta-abierta-2-llamado-al-presidente-duque-maximo-comandante-ffmm/