Recibimos y celebramos el Premio Medioambiental Goldman como un reconocimiento a la lucha Waorani en defensa del territorio y de nuestra vida

30 de noviembre 2020, Puyo, Ecuador — En la madrugada de hoy, 30 de noviembre, las tres organizaciones que lideramos el proceso Waorani, Nacionalidad Waorani del Ecuador (NAWE), Asociación de Mujeres Waorani del Ecuador (AMWAE) y la Organización Waorani de Pastaza (CONCONAWEP) recibimos con mucha emoción el anuncio del Premio Medioambiental Goldman (Goldman Environmental Prize), conocido como el Nobel de Ecología o Nobel Verde para defensores de los derechos de la naturaleza y del medio ambiente. Este galardón reconoce la figura de Nemonte Nenquimo, nuestra dirigente Waorani de Pastaza, precisamente como una cuidadora de la Selva, nuestra casa.
Como Pueblo Waorani, insistimos no sólo en la alegría al saber que a dos meses del reconocimiento de la revista TIME de Nemonte como una de las 100 personas más influyentes del mundo y a pocas semanas del reconocimiento del medio británico BBC como de las 100 mujeres más inspiradoras recibimos este nuevo Premio tan importante, sino en la comprensión de los mismos como un reconocimiento al trabajo colectivo por la decisión que tomamos con nuestros Pikenani (ancianos Waorani guerreros) de proteger nuestro Territorio, lo que significa cuidar su vida, la de nuestros niños y niñas y la nuestra.
Nemonte ha reconocido que es defensora de la naturaleza gracias a la guía de su madre y padre, de sus Pikenani que vivieron la historia de los primeros contactos y de los Pikenani con quienes hoy convivimos y que guían nuestras diversas luchas. Nosotros, ahora, nos sumamos a sus palabras y les recordamos a ustedes, que son parte del mundo cowore (mestizo), que pese a que el Premio Goldman reconoce sólo el nombre de Nemonte, ella y nosotros sabemos que no hay lucha posible sin el trabajo conjunto. Cada uno de nosotros somos guardianes y defensores de nuestra Selva. Así nos asumimos. Y así les pedimos a ustedes que nos vean.
“Recibo el Premio Ambiental Goldman de este año debido a la lucha colectiva de mi gente para proteger lo que amamos: nuestra forma de vida, nuestros ríos, los animales, nuestros bosques, la vida en la Tierra. Juntos, luchamos por el respeto de nuestros derechos a la auto-gobernanza y la autodeterminación sobre nuestro Territorio y nuestra vida, y pudimos detener la venta de cientos de miles de acres de nuestro territorio a la industria petrolera internacional, sentando un precedente para que otras nacionalidades indígenas protejan a millones más. Mi esperanza es que nuestra historia de resistencia inspire a otros movimientos en la Amazonía y en todo el mundo a imaginar un camino diferente para nosotros, para cuidar la naturaleza y nuestro planeta”, señaló Nemonte Nenquimo.
Estamos contentos también porque la Fundación Medioambiental Goldman nos entrega un fondo económico. Estamos enfrentando muchas amenazas y tenemos muy buenas ideas para fortalecer nuestra autonomía, así que estos fondos van a ser muy útiles para nuestra lucha. Nosotros hemos protegido nuestro territorio, y luchado contra diversas amenazas: los conquistadores, los caucheros, los madereros, y hemos ganado a las petroleras y vencido esta pandemia. Siempre luchamos colectivamente. Entonces, vamos a seguir con este espíritu de la colectividad. Vamos a tomar decisiones sobre los fondos colectivamente en una asamblea comunitaria en Pastaza.
Iniciativas Propias
Esta lucha no ha terminado. Por ello, seguimos fortaleciendo nuestras organizaciones, a través de las iniciativas propias de gobierno, de control, de educación y de soberanía alimentaria. Sobre el control de nuestro territorio, estamos desarrollando una acción autónoma de control a los madereros que, con intermediarios, y aprovechando la grave crisis económica que nuestras familias enfrentan durante la pandemia ingresaron a nuestras comunidades y han estafado a varias de nuestras familias.
Asimismo, continuamos realizando un trabajo intenso, en conjunto con pedagogos y docentes de alto nivel académico, para tener procesos educativos culturalmente más adecuados en nuestras comunidades. Además, estamos pensando en cómo mejorar la seguridad alimentaria, entendiendo que nuestras familias requieren solventar las cosas más básicas como la sal, las velas, los fósforos, las linternas y otros instrumentos necesarios para sobrevivir.
Finalmente, pese a que desde la NAWE, la AMWAE y la CONCONAWEP hemos asumido con responsabilidad el momento histórico que estamos viviendo y nuestras organizaciones cada día se hacen más fuertes entendemos y reiteramos que el Estado ecuatoriano tiene la obligación de garantizar nuestra vida, salud, educación y demás derechos colectivos. Sin embargo, aun conociendo la fragilidad de los ecosistemas Waorani y la dificultad de las familias de contacto inicial no han tomado ni concertado ninguna decisión con nosotros, poniendo en riesgo nuestra vida, nuestra cultura; por tanto, nuestra supervivencia.
Sobre CONCONAWEP:
El Consejo de Coordinación de la Nacionalidad Waorani de Pastaza es una de las organizaciones filiales de NAWE que aglutina a las 22 comunidades de esta provincia. Nemonte Nenquimo, además de ser cofundadora de Alianza Ceibo, es la primera mujer Waorani que asumió la presidencia de esta organización en el 2018.
Esta organización lideró el proceso de resistencia y autodeterminación que en el año 2019 le ganó al Estado ecuatoriano por intentar concesionar su territorio ancestral en una subasta petrolera. Con esta sentencia, protegieron medio millón de acres de selva prístina. En el 2020, esta organización, en conjunto con la NAWE, interpusieron y ganaron una nueva demanda al Estado ecuatoriano por la falta de atención durante la pandemia del covid-19 y el riesgo al que se había sometido a los Pueblos en Aislamiento Voluntario. En la actualidad, esta organización continúa a la espera del cumplimiento de ambas sentencias.
NUESTRO DERECHO, NUESTRO TERRITORIO, NUESTRA DECISIÓN

Las organizaciones de los pueblos y nacionalidades indígenas de la zona centro de la Amazonía, pertenecientes a las Provincias de Pastaza y Napo, reunidas en Asamblea en el territorio del Pueblo Kichwa Originario de Santa Clara, presididos por nuestras organizaciones regionales y nacionales, CONAIE, CONFENIAE y COICA, frente a la situación actual de la Consulta Previa, Libre e Informada en el Ecuador y la lucha de nuestros pueblos contra los diversos proyectos extractivos que amenazan la vida y nuestros territorios, declaramos:
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Saludamos la iniciativa propuesta por nuestras organizaciones regionales y nacionales CONFENIAE y CONAIE para desarrollar una amplia discusión y análisis sobre estos temas en nuestros territorios. Somos las bases de los pueblos y nacionalidades quienes, desde el territorio, debemos definir, en conjunto con nuestras organizaciones, cualquier iniciativa relativa a la normativa sobre nuestros derechos y libre determinación.
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Ratificamos el pronunciamiento de la CONAIE – CONFENIAE junto a las organizaciones bases, efectuado el 19 de noviembre de 2020 en la ciudad de Coca, en donde se rechaza categóricamente la presentación de proyectos de ley de consulta previa, desarrollados tanto desde la Defensoría del Pueblo como por parte de algunos asambleístas. Dichos proyectos carecen por completo de nuestro conocimiento, participación informada y consentimiento. Ninguna iniciativa referida a normar derechos indígenas consagrados en la Constitución y en los acuerdos internacionales, puede desarrollarse sin la activa participación y consentimiento expreso de los pueblos y nacionalidades titulares de estos derechos.
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Demandamos del Estado el respeto y observación integral de nuestro derecho al consentimiento previo, libre e informado, así como a los derechos al territorio, a la autonomía y a la libre determinación que constituyen los derechos fundamentales que la consulta debería observar y salvaguardar.
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Nos ratificamos en las decisiones que hemos tomado de manera consensuada y profunda, en consulta con nuestros sabios, abuelos, durante nuestras asambleas y en acuerdo con nuestros mecanismos de toma de decisiones. No otorgamos nuestro consentimiento sobre proyectos extractivos mineros, petroleros o hidroeléctricos que afecten nuestra vida. Sobre estos temas, ratificamos que nuestra decisión ha sido defender el territorio y no dar paso a la destrucción de nuestros modos de vida.
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Respaldamos las luchas políticas y jurídicas de los llamados casos emblemáticos de consulta previa con relación a Sarayaku, Sinangoe, Waorani y Piatua. Estos casos reconocen que el Estado ha violentado sistemáticamente nuestro derecho a consulta y que ha incumplido todos los estándares mínimos que el derecho internacional prescribe para la consulta previa.
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Declaramos nuestra frontal lucha contra el extractivismo minero que, aprovechando de manera irresponsable la pandemia, se ha tomado las provincias de Napo, Pastaza y Morona Santiago con la complicidad de las autoridades estatales, sin respeto a nuestros derechos y poniendo en riesgo nuestras vidas. Asimismo, declaramos que expulsaremos a los invasores del territorio.
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En cuanto al Bloque 28 que amenaza nuestras cuencas hídricas y territorios de vida, ratificamos nuestra postura histórica de los pueblos de Pastaza en el sentido de mantener a nuestros territorios libres de la amenaza petrolera. La CONFENIAE, en alianza con las organizaciones sociales y ambientales, iniciará las acciones políticas, jurídicas y de incidencia necesarias para detener de manera inmediata la explotación de este bloque.
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Finalmente, en relación a la consulta previa y al consentimiento, seguiremos debatiendo desde nuestras comunidades las mejores maneras de ejercer nuestros derechos y demandar del Estado la garantía a los mismos. Asumiendo nuestro derecho a la libre determinación, seguiremos discutiendo y revisando este tema, en cada uno de nuestros territorios y comunidades, sin presiones o coacciones que limiten tanto la flexibilidad como la calidad del debate que podamos formular desde nuestras propias estructuras de gobierno y toma de decisiones.
Dado en el territorio del Pueblo Kichwa Originario de Santa Clara, 24 de noviembre de 2020.
ORGANIZACIONES
CONAIE
CONFENIAE
COICA
PAKKIRU – Kichwa Pastaza
NASE – Sapara
NAWE – Waorani
NAE – Achuar
NAPE – Andwa
FOIN – Kichwa Napo
ONWAN – Waorani Napo
"NUESTRO DERECHO, NUESTRO TERRITORIO, NUESTRA DECISIÓN": Pronunciamiento del Movimiento Indígena de Ecuador

PRONUNCIAMIENTO
NUESTRO DERECHO, NUESTRO TERRITORIO, NUESTRA DECISIÓN
Rechazamos la imposición del proyecto de Ley de Consulta Previa, Libre e Informada y Consulta Pre-Legislativa elaborada sin debida concertación con los pueblos y sin el reconocimiento del derecho al consentimiento y a la autodeterminación
19 de noviembre de 2020
Frente a la violación histórica y sistemática de nuestros derechos a la autodeterminación, a la consulta y consentimiento previa, libre e informada y a la consulta prelegislativa por el Estado ecuatoriano –
Frente a la destrucción impuesta por el extractivismo y por la imposición de normas y políticas públicas sobre nuestros territorios sagrados, que son nuestra fuente de vida, cultura y espiritualidad –
Frente al despojo sistemático y desconocimiento de nuestros derechos a la propiedad territorial convirtiéndolos de manera inconsulta y arbitraria en áreas protegidas e imponiéndose restricciones y cargas incompatibles con nuestras formas de vida –
Frente a la concesión y entrega inconsulta de nuestros territorios a favor de empresas mineras, petroleras, e hidroeléctricas, que constituye un acto ilegal y, por ende, nulo –
Frente al interés gubernamental de imponer sus agendas políticas y prioridades institucionales –
Frente al momento histórico en que próximamente la Corte Constitucional del Ecuador se pronunciará de fondo sobre los casos sobre vulneración del derecho a la consulta previa de los Waorani de Pastaza, los A’i Kofán de Sinangoe y el Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku –
Frente al “proyecto de ley de consulta previa” que podría ser discutida sin nuestra participación ni consentimiento en la Asamblea Nacional y ante el interés del Ministerio de Energía y Recursos No Renovables de regular de manera inconstitucional nuestro derecho a la consulta y consentimiento previo mediante decretos ejecutivos que velan por intereses económicos privados –
LOS PUEBLOS Y NACIONALIDADES DE LA AMAZONÍA ECUATORIANA NOS PRONUNCIAMOS:
¡Nuestro territorio! ¡Nuestro derecho! ¡Nuestra decisión!
LES RECORDAMOS: Nosotros los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador somos titulares de derechos inalienables, reconocidos en la Constitución de la República y los instrumentos internacionales. Ecuador es un Estado plurinacional, y, por tanto, el Estado tiene la obligación de incorporar nuestros intereses como pueblos indígenas en el marco de los intereses generales de la nación.
NUESTRO TERRITORIO es donde nos desarrollamos y tiene sentido nuestra existencia como pueblos originarios. El Gobierno y ahora la Asamblea Nacional no entiende y no quiere entender, que todo nuestro territorio está conectado y depende de un equilibrio frágil y una armonía sagrada. Nuestro territorio no es un pozo petrolero, ni una mina de oro, ni una plantación de palma, ni un espacio baldío para imponer proyectos de “desarrollo” como hidroeléctricos. Es nuestra casa, la casa de nuestros espíritus, nuestra farmacia, nuestro supermercado, nuestra escuela, nuestro templo. Tenemos el derecho inalienable a mantener nuestras relaciones históricas con nuestros territorios, incluyendo sus equilibrios económicos, sociales, ambientales, culturales y espirituales.
NUESTRO DERECHO es a la consulta y al consentimiento previo, libre e informado ante cualquier proyecto o actividad que puede afectar nuestros territorios y ante cualquier ley, decreto o acto administrativo que afecte nuestra vida o territorio. Pero también nuestro derecho es a la AUTODETERMINACIÓN, a decidir nuestras formas de gobernar, tomar decisiones y a buscar libremente el desarrollo económico, social y cultural. La consulta previa sin consentimiento viola nuestro derecho a la autodeterminación y representa una burla a nuestras formas de gobierno propio. La consulta sin consentimiento convertiría estos derechos constitucionales e internacionales en un mero trámite para el gobierno, que nos lleva al engaño, el atropello y la división. Para nosotros, la violación de nuestro derecho a la consulta significa la violación a nuestro derecho al agua, salud, cultura, territorio y medioambiente sano.
NUESTRA DECISIÓN es colectiva y firme. Lo entendemos porque, al interior de nuestras comunidades y nacionalidades, todas las decisiones más importantes son tomadas de esa manera. La consulta y el consentimiento significan que el pensamiento y decisión de todo un pueblo es respetado, y para llegar a esto trabajamos colectivamente en espacios propios. Es como si cada uno de nosotros/as pusiéramos ingredientes en una olla colectiva que se cocina a fuego lento. Cada pueblo cocina su decisión de manera distinta, por eso, la necesidad del enfoque y metodología diferenciada en la consulta por parte del Estado, de manera irrestricta y en absoluto apego a los instrumentos internacionales que protegen nuestros derechos. Todos cocinamos las decisiones JUNTOS en nuestras comunidades porque -por bien o mal- TODOS vamos a comer los beneficios o consecuencias juntos. ¿Qué significa esto? Que las decisiones colectivas suponen un proceso de pensamiento, de debate al interior de nuestras comunidades, de escuchar a nuestros Ancianos y de entender que los resultados de este proceso -extracción o no- trae consecuencias para nuestros territorios y para la vida de quienes los habitamos: la Naturaleza, nosotros y nosotras mismas, pero también nuestros seres espirituales.
Los territorios son nuestros. Los derechos son nuestros. La decisión es nuestra. POR ESO EXIGIMOS:
A la Asamblea Nacional: En base a nuestro derecho a la autodeterminación aclaramos que el desarrollo normativo del derecho a consulta y consentimiento previa, libre e informada con los Pueblos y las Nacionalidades y la consulta prelegislativa sólo tendrá validez si se realiza en armonía y respeto de nuestras formas y tiempos para la discusión, el análisis y la toma de decisiones sobre nuestros derechos y nuestros territorios decidimos nosotros. No participaremos de un proceso de desarrollo normativo que no garantice y respete nuestros mecanismos de gobernanza. Siendo una ley sobre los derechos colectivos de los Pueblos y Nacionalidades, nosotros tenemos que ser los que la impulsemos y definamos su contenido. Sin concertación, cualquier ley no será válida y no tendrán vigencia en los territorios de los pueblos y nacionalidades.
A la Defensoría del Pueblo: La elaboración de cualquier propuesta de proyecto de consulta previa y consulta ambiental desde la Defensoría del Pueblo no puede responder a intereses políticos o a necesidades institucionales, no se puede pretender que la comunicación con algunos sectores dirigenciales y la realización de socializaciones con algunas organizaciones sea un mecanismo válido y respetuoso, es indispensable contar con la participación colectiva, adecuarse a los tiempos, criterios y a las formas de organización, análisis y toma de decisión que tenemos los diversos Pueblos y Nacionalidades. Rechazamos de manera categórica el actual proyecto de ley que impulsa la Defensoría del Pueblo ya que carece de legitimidad y desconoce la postura de Pueblos y Nacionalidades.
A la Corte Constitucional: Que de manera prioritaria por la gravedad y urgencia que reviste este derecho y por estar sistemáticamente vulnerado, cumpla con su obligación de llamar a audiencia pública a los casos ya seleccionados de las 16 comunidades Waorani de Pastaza, los A’i Kofán de Sinangoe para el desarrollo jurisprudencial y se dé continuidad a la acción interpuesta por el Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku. Ustedes han dispuesto a la Asamblea Nacional que promueva el desarrollo de de una ley de consulta previa por dictamen de la Corte, pero es imposible pretender que en un plazo tan corto hagan una ley que incluya de manera adecuada criterios de Pueblos y Nacionalidades que tienen visiones, situaciones, alcances y prioridades diversos de desarrollo y de manera fundamental formas diversas de gobernanza y acuerdos culturales. No es posible que la Corte desplace a la Asamblea a legislar este derecho fundamental sin que la misma Corte haya escuchado, precisamente, a los Pueblos y Nacionalidades y pronunciado sobre los estándares obligatorios de la consulta y el consentimiento previo, libre e informado.
Al Estado ecuatoriano: Que no promueva ningún supuesto y viciado proceso de consulta previa o las denominadas socializaciones en ninguno de nuestros territorios hasta que se garantice el consentimiento libre, previo e informado que respete nuestros mecanismos de gobernanza y nuestras prioridades de vida, que reconozca que las decisiones que tomamos son de carácter vinculante y obligatorio para el Estado.
Negamos y rechazamos los procesos de consulta previa regulados por normas, reglamentos y decretos inconstitucionales e infraconstitucionales escritos que responden a intereses extractivos violan nuestros derechos y ponen en riesgo nuestras vidas y territorios; todos las concesiones, contratos, bloques petroleros otorgados de manera inconsulta resultan ilegales y nulos.
Es obligación de todos los poderes del Estado que previo a la adopción de cualquier acto, por parte de cualquier autoridad administrativa que pudiese afectar los derechos colectivos reconocidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales aplicables sea consultado en respeto de nuestra autodeterminación.
A la sociedad ecuatoriana y del mundo: Únanse a nosotros. Hemos demostrado que los Pueblos y Nacionalidades Indígenas somos quienes protegemos de manera más efectiva la biodiversidad, los bosques y las fuentes de agua; es decir, la vida. Al no proteger nuestros derechos, nos ponen en riesgo de exterminio físico y cultural, pero también ponen en peligro a la naturaleza y, con ello, a que la humanidad sea más vulnerable a los efectos del cambio climático.
Contacto de prensa:
Andrés Tapia, dirigente de Comunicación de la CONFENIAE: +593 98 446 5175
"OUR RIGHTS, OUR TERRITORY, OUR DECISION": Declaration from Ecuador's Indigenous Movement

PRONOUNCEMENT
OUR RIGHTS, OUR TERRITORY, OUR DECISION
We reject the imposition of a Law of Prior, Free and Informed Consultation drawn up without the due participation and agreement of Indigenous Peoples and without the recognition of the right of consent and self-determination
November 19, 2020
To the National Congress, the Constitutional Court, the Ecuadorian Government, the Ecuadorian People, and the World:
Faced with the historical and ongoing systematic violation of our rights to self-determination and to prior, free, and informed consent by the Ecuadorian State –
Faced with the destruction caused by the extraction of natural resources and by the imposition of government norms and policies on our sacred territories, which are our source of life, culture, and spirituality –
Faced with systematic displacement and the failure to recognize our ancestral property rights when declaring our territories into protected areas and reserves arbitrarily and without our consent, imposing restricciones and responsibilities incompatible with our way of life –
Faced with the licencing and auctioning off of our territories to mining, oil and hydroelectric companies without a consultation process or our consent, an illegal act which effectively nullifies those concessions –
Faced with a historic moment in which the Constitutional Court of Ecuador will soon resolve cases brought by the Waorani People of Pastaza, the A’i Kofán People of Sinangoe, and the Kichwa People of Sarayaku –
Faced with the “prior consultation law” that is currently being discussed in the National Congress without our participation or consent, and in light of the goal of the Ministry of Energy and Non-Renewable Resources to unconstitutionally regulate our right to prior consent through executive decrees that protect private economic interests –
THE PEOPLES AND NATIONS OF THE ECUADORIAN AMAZON DECLARE:
Our territory! Our rights! Our decision!
OUR TERRITORY is where we develop our identity and where our existence as Indigenous Peoples has meaning. The Government, and now the National Congress, do not understand and are willfully choosing not to understand that all of our territory is connected and depends on a fragile balance and a sacred harmony. Our territory is not an oil well, a gold mine, or a palm plantation. It is our home and the house of our spirits. It is our pharmacy, our supermarket, our school, and our temple.
OUR RIGHTS include the right to consultation as well as the right to prior, free and informed consent regarding any project or activity that may affect our territories and before any law, decree or administrative act is undertaken that affects our life or territory. Additionally, we have the right to SELF-DETERMINATION, to decide our forms of governance and our ways of making decisions, and to freely pursue our own economic, social and cultural development. Prior consultation without consent violates our right to self-determination and represents a mockery of our forms of self-governance. Consultation without consent would turn these constitutional and international rights into a mere formality for the Government, which will lead to deception, abuse and divisiveness. The violation of our right to consultation also leads to the violation of our right to water, health, culture, territory, and a healthy environment.
OUR DECISION is collective and it is firm. We have clarity on this decision because, within our communities and Nations, all the most important decisions are made this way. Consultation and consent mean that the consideration and decision-making process of an entire people is respected. To achieve this, we work collectively in our own spaces to figuratively place all elements of the decision in a collective pot to cook over low heat. Each community cooks its decision in a different way, and that is why it is important for the State to take a focused, differentiated approach and methodology in the consultation process. We all cook decisions TOGETHER in our communities because – for better or for worse – we are ALL going to eat the benefits or consequences of those decisions together. What does this mean? That collective decisions involve a process of thoughtful consideration, debate within our communities, listening to our Elders, and understanding that the result of this process – whether we decide to extract or not – has consequences for our territories and for the lives of all of us who inhabit them, including the living beings that make up Nature, we ourselves, and also our spiritual beings.
The territories are ours. The rights are ours. The decision is ours.
THAT IS WHY WE DEMAND:
To the National Congress: Ground in our right to self-determination we clarify that the development of norms on the right to free, prior and informed consultation and consent with Indigenous Peoples and Nations, as well as the pre-legislative consultation, are only valid if they are undertaken in harmony and respect with our methods and timeframes for the discussion, analysis and the decisions made regarding our rights and our territories are made by us. We will not participate in any process to develop norms or laws that don’t guarantee and respect our own mechanisms of self-governance. Any law that sidesteps our consent will not be valid and will not be enforceable in the territories of the Indigenous Peoples and Nations.
To the Ombudsman’s Office for the Defense of the People: The writing of any draft law by the Ombudsman’s Office on this issue cannot respond to political interests or institutional needs, and cannot attempt to move forward with communication to only certain groups of leaders and meetings with certain organizations. That is neither valid or respectful. It is essential to ensure collective participation, adapt your timeframes and criteria to the forms of organization, analysis, and decision making that we as Indigenous Peoples maintain. We categorically reject the current proposed draft bill pushed forward by the Ombudsman’s Office as it lacks legitimacy and does not recognize the position of Indigenous Peoples and Nations.
To the Constitutional Court: We demand that, due to the gravity and urgency of the issue and the systematic violation of this right, you fulfill your obligation and promptly call a public hearing on the already selected legal cases that have been brought by the following Indigenous Peoples: the 16 Waorani communities of Pastaza, the A’i Kofán of Sinangoe, and the Kichwa of Sarayaku. The National Assembly is moving forward with a bill regarding prior consultation in response to an opinion of the Court, but promulgating such a law in the planned timeframe could not possibly achieve adequate inclusion of the viewpoints of Indigenous Peoples and Nations, who have various viewpoints, situations, and priorities with respect to development. Moreover, Indigenous Peoples and Nations have fundamentally different forms of governance and cultural agreement. It is not acceptable for the Court to push Congress to legislate on this fundamental right without the Court having listened to the Indigenous Peoples and Nations themselves, and without the Court having issued any ruling on the mandatory standards that must apply to the consultation process and free, prior and informed consent.
To the Ecuadorian State: Do not pursue any process of what you call prior consultation in any of our territories until our right to free, prior and informed consent, respecting our systems of governance and life-priorities, is guaranteed and until the State recognizes that the decisions we make are final and obligatory for the State.
We deny and reject prior consultation processes regulated by norms, regulations and unconstitutional executive decrees written in the interests of extractive industries that violate our rights and put our lives and territories at risk; all concessions, contracts, and oil blocks granted without our consent are illegal and null and void.
It is the obligation of all branches of the State to consult us with respect to our right to self-determination before the adoption of any act, by any administrative authority, that could affect our collective rights recognized in the Constitution and international instruments.
To the Ecuadorian people and the world: Join us. We have demonstrated that Indigenous Peoples and Nations are the ones who most effectively protect biodiversity, forests, and water sources; that is to say, life. If our rights to continue doing so are not protected, we are in danger of physical and cultural extermination and as such, nature itself and our shared climate are also in peril.
TRAS DOS AÑOS DE INCUMPLIMIENTOS A LAS MEDIDAS CAUTELARES DE RESTITUCIÓN DE TIERRAS, AUDIENCIA DE SEGUIMIENTO AMPLÍA MEDIDAS Y OBLIGA A DIVERSAS ENTIDADES A SU CUMPLIMIENTO

Autoridades tradicionales y políticas del Resguardo Buenavista participaron de la primera audiencia de seguimiento a las Medidas Cautelares de Restitución de Tierras, en la que el Juez amplió las medidas y dispuso una inspección judicial en nuestro territorio.

Resguardo Siona Buenavista, Putumayo, 16 de octubre de 2020
El 14 de octubre de 2020, ante el Juez Primero Civil de Restitución de Tierras de Mocoa, Colombia, Dr. Juan Jacobo Burbano, se llevó a cabo la primera audiencia de seguimiento a las medidas cautelares, ordenadas mediante Auto Interlocutorio 531, del 21 de agosto de 2018, en favor de nuestro territorio ancestral y resguardado, el cual cuenta con una extensión de 56.972 Ha + 3082 m2.
En esta diligencia, el Juez de Restitución de Tierras decidió AMPLIAR las medidas cautelares, ordenando entre otras cosas, una inspección judicial en nuestro territorio ancestral y resguardado para el mes de noviembre de este año. Si bien la convocatoria incluyó también a una delegación de la empresa petrolera Amerisur Exploración Colombia en el recorrido de verificación, recordamos públicamente que esta compañía y sus contratistas no son bienvenidos dentro de nuestro territorio ancestral y resguardado; que su presencia es controvertida y que genera riesgos de afectación a la autonomía y autodeterminación por las presiones, hostigamiento y mala fe en el relacionamiento que han tenido con nuestras comunidades y dirigentes. Así, el Juez aceptó nuestro pedido de no incluirlos en espacios comunitarios, asamblearios ni ceremoniales propios del Pueblo Siona del Resguardo Buenavista.
Adicionalmente, esperamos que el Juez resuelva nuestras peticiones de apertura de desacato tanto para las entidades que ni siquiera se presentaron a la audiencia como aquellas que siguen justificando su desidia y condicionando a formalidades burocráticas sus obligaciones con los pueblos indígenas. La Agencia Nacional de Tierras debe entender que las demoras y dilaciones en los procedimientos de constitución y ampliación de Resguardos es una causal de despojo estructural de los territorios, lo cual significa ahondar el riesgo para nuestra pervivencia física y cultural.
Asimismo, hicimos un llamado a la Unidad Nacional de Protección a no supeditar el cumplimiento de sus obligaciones constitucionales y legales a un supuesto déficit presupuestal, cuando es imperioso dar continuidad a los procesos de fortalecimiento a los sistemas de guardianía y protección colectiva material e inmaterial. El Estado colombiano no puede eximirse de sus obligaciones con los Pueblos Indígenas mientras sigue aumentando el presupuesto para la guerra, e incumpliendo los Acuerdos de Paz.
Recordamos que, a lo largo de estos años, los niveles de incumplimiento estatal son absolutos. El Estado sigue sin implementar un enfoque culturalmente adecuado, no hay concertación ni avance en los procedimientos. Esto, pese a la buena voluntad de las autoridades indígenas, quienes nos hemos desplazado en varias oportunidades y con recursos propios a la ciudad de Bogotá; hemos participado en la Comisión de Derechos Humanos de Pueblos Indígenas, en reuniones de trabajo en distintas instancias, en audiencias públicas de seguimiento ante el Ministerio Público; hemos llevado nuestro caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que nos otorgó medidas cautelares (MC-395-18); y hemos realizado una minga de pensamiento y resistencia del Pueblo Siona del Resguardo Buenavista.
De igual forma, en el marco de la pandemia por el Covid–19, la ausencia estatal se ha exacerbado, salvo para autorizar la continuidad de actividades extractivas en nuestros territorios, y en ese mismo contexto para acordar con su homólogo Ecuatoriano que las fronteras se cierren para la libre movilidad humana pero se mantengan abiertas para el transporte terrestre de crudo. La referida ausencia, las condiciones históricas de desigualdad, exclusión y aislamiento favorecieron, además, el accionar y el fortalecimiento de los actores armados irregulares.
En este sentido, denunciamos que no hemos recibido ninguna medida de bioseguridad para la Guardia Indígena, a pesar de que se ha comprobado que es la única garantía de monitoreo, control, pervivencia y autonomía real de protección colectiva que tenemos en medio de la guerra. Asimismo, que hubo un nexo de contagio en nuestras comunidades por el mal manejo epidemiológico a trabajadores al interior de las plataformas petroleras de Amerisur Exploración Colombia. Para las comunidades con baja densidad poblacional, esto significa un riesgo de exterminio físico alarmante.
Contexto:
En el marco del Decreto Ley 4633 de 2011, el Despacho judicial ordenó al Estado colombiano varias acciones encaminadas a la protección de nuestro territorio ancestral, con fundamento en la urgencia e inminencia de materialización del riesgo contra nuestra vida, libertad e integridad por la presencia de minas antipersonales, el fuego cruzado de los actores armados en disputa en la región transfronteriza y el hostigamiento de la empresa petrolera Amerisur Exploración Colombia frente a la realización de actividades de sísmica en nuestro territorio -pese a que, en 2015, la consulta previa fue protocolarizada sin acuerdos-.
Entre ellas, se dispuso la realización de trámites de protección de territorios ancestrales, la ampliación de nuestro Resguardo, el vallado estratégico y la abstención de reconocimiento de derechos a particulares; la suspensión de procedimientos judiciales y administrativos sobre el área del territorio ancestral; el congelamiento del avalúo catastral; la abstención de concesión de licencias para la exploración y explotación de hidrocarburos; la suspensión de acciones dentro del bloque petrolero Put-12; la implementación de un plan de detección y descontaminación de Minas antipersonal (MAP) / Municiones sin explotar (MUSE) en el territorio; la activación de rutas de protección colectiva y la entrega de ayudas humanitarias para los adultos mayores de nuestro Resguardo.
Pueblos Indígenas de la Amazonía denuncian ante la CIDH falta de protección del Estado ecuatoriano durante la pandemia


Quito, 7 de Octubre de 2020.- En el marco del 177° Periodo de Sesiones Virtuales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), relativa a “la situación de derechos humanos y DESCA en Ecuador”, organizaciones indígenas y derechos humanos comparecieron este 6 de octubre, ante varias Comisionadas y Relatores de la CIDH para exponer “la situación de vulnerabilidad e inseguridad jurídica en la garantía de derechos colectivos de los pueblos indígenas en el contexto de la pandemia del COVID-19 en Ecuador”.
Los representantes de las organizaciones indígenas y sociales señalaron enfáticamente que los Pueblos y Nacionalidades Indígenas en Ecuador afrontan una situación de desprotección y trato discriminatorio sin precedentes, más aún si consideramos que existe una deuda histórica desde el Estado. Situación que se refleja en sus condiciones de desigualdad, exclusión y discriminación en el acceso general a bienes y servicios públicos. A esto, añadieron que la situación de salud y vulnerabilidad de varios pueblos indígenas está agravada por la alta prevalencia de enfermedades infectocontagiosas introducidas y enfermedades crónicas no transmisibles.
Entre los temas denunciados por las lideresas y los líderes indígenas, se destacó la inoperancia estatal y la atención discriminatoria en la provisión de servicios de salud en la pandemia; además, la vulneración al derecho a una alimentación nutritiva y culturalmente apropiada a comunidades indígenas de la Nacionalidad Kichwa frente al derrame petrolero ocurrido el pasado 7 de abril en el norte de la Amazonía ecuatoriana y que pudo ser predecible, o frente a las inundaciones que afectaron al Pueblo Kichwa de Sarayaku por el desbordamiento de la cuenca del río Bombonaza. Así también, la escasez de alimentos en comunidades Épera, Chachi de la costa y Shuar y Waorani, que son aun más propensas a contagiarse por la presencia de industrias extractivas y agroindustriales, las cuales merman su capacidad de supervivencia por la destrucción de sus medios de vida tradicionales.
Entre las preocupaciones de las organizaciones está la vulneración a los derechos colectivos de consulta previa, libre e informada por el avance de industrias extractivas, así como, los riesgos a la vida e integridad de los Pueblos en Aislamiento en Aislamiento Voluntarios, que actualmente se encuentran amenazados por las actividades petroleras y maderas. Otro de los temas tratados fueron los factores de violencia estructural que enfrentan los pueblos indígenas transfronterizos de Colombia, Perú y Ecuador frente al abandono estatal, la presión de actividades extractivas, la presencia de grupos ilegales y la militarización de los territorios. Además, la situación de precariedad y abandono de poblaciones indígenas que viven en contextos urbanos.
Además, se alertó sobre la falta de garantías jurisdiccionales en varios casos de vulneración de derechos ya mencionados, así como el abuso de los estados de excepción, que han limitado la libertad de tránsito y el derecho a la libertad de reunión y asociación, dotando al Ejecutivo de facultades excepcionales para adoptar medidas económicas que han sido duramente criticadas por las organizaciones sociales y han sido objeto de acciones de impugnación ante la misma Corte Constitucional.
En el marco de esta Audiencia Temática y tras las exposiciones de las organizaciones indígenas y del Estado, los relatores de la CIDH realizaron preguntas al Estado relacionadas con los procedimientos de participación, los protocolos específicos de atención sanitaria, los impactos diferenciados para mujeres, niñas, niños y adultos mayores, garantías de duelo, el avance de las actividades extractivas durante la pandemia y garantías de educación. Sin embargo, las aparentes justificaciones -que no respondieron a ninguno de los temas- son un claro desconocimiento a las denuncias realizadas por los Pueblos Indígenas, que demostraron que no sólo perdieron a sus abuelos, memoria de su cultura, sino que hubo una deliberada exacerbación de las actividades extractivas, una nula consideración a las dinámicas transfronterizas, la desprotección al derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes, una sistemática violación de los derechos colectivos y de la naturaleza.
Lo más grave de la intervención del Estado es que demostraron que, desde su lado, no existe consideración sobre estándares mínimos para una vida digna, ni con relación al acceso a los derechos a la salud, a la educación y otros, mucho menos con relación a la ruptura que generaron en sus rituales propios las disposiciones sobre el manejo de cadáveres con Covid-19, y los consecuentes efectos psicosociales. Asimismo, los representantes del Estado intentaron justificar de forma inadecuada procesos de consulta y consentimiento con llamadas telefónicas y reuniones de socialización sobre protocolos construidos tras varios meses de la declaratoria de emergencia pandemia y después de que las estructuras organizativas indígenas ya contaban con protocolos propios avalados por la Organización Mundial de la Salud.
Finalmente, las organizaciones señalaron que la negligencia estatal frente a la emergencia refleja la crisis institucional del Estado y la falta de políticas sociales interculturales y plurinacionales, esto ha obligando a las organizaciones indígenas y sociales a concentrar todos sus esfuerzos en la coordinación de apoyo humanitario para sobrellevar la crisis sanitaria, económica y climática.
Citas de la delegación indígena que intervino en la Audiencia Temática
Andrés Tapia, dirigente de comunicación de la CONFENIAE
“La población indígena urbana se encuentra fuera y distante de su territorio ancestral por razones de desplazamiento socioeconómico o por conflicto armado. Enfrentan desafíos para la pervivencia cultural; en su mayoría se encuentran en condiciones económicas precarias o de pobreza. Ninguno de nuestros llamados ha recibido respuesta efectiva por parte de los gobiernos y las acciones de atención siguen siendo desarticuladas y carecen del enfoque diferencial”.
Nemonte Nenquimo, dirigente Waorani de Pastaza
“Las empresas petroleras estaban trabajando durante la pandemia y ahí fue el primer contagio. Nuestros hermanos Tagaeri – Taromenane viven ahí. Solicitamos que se respete nuestro pedido de Medidas Cautelares desde la CIDH porque el Estado ecuatoriano no ha cumplido la sentencia que debía proteger nuestra vida y la de los hermanos no contactados. Nuestro territorio es nuestra decisión, nuestro territorio no está de venta. Exigimos que nos escuchen y hagan que el gobierno ecuatoriano actúe”.
Tupak Viteri, presidente del Pueblo Kichwa de Sarayaku
“Las actividades extractivas en Ecuador en el contexto de la pandemia no se han detenido. Incluso en algunos casos aumentaron, a partir de la decisión del gobierno de declararlas actividades esenciales y/o estratégicas mediante el Decreto Ejecutivo 1017 del 16 de marzo de 2020. Por otro lado, autoridades del Ministerio de Energía y Recursos Naturales no Renovables vienen advirtiendo la promulgación del “reglamento para la consulta previa, libre e informada de las comunidades en el caso de las actividades mineras está casi listo” vía decreto ejecutivo. Este reglamento no ha sido realizado con participación de los pueblos indígenas y afrodescendientes”.
Justino Piaguage, presidente de la Nación Transfronteriza Siekopai.
“Para nosotros, los abuelos significan mucho. Un abuelo que muere no muere sin sabiduría, ese abuelo o esa abuela transmiten el conocimiento. En nuestra Nación, murió un abuelo que tenía el conocimiento en la medicina ancestral, la otra abuela era la historiadora de nuestra Nación; falleció un profesor, hijo de un arquitecto tradicional que también murió. Sobre las fronteras, debemos decir que para nosotros nunca hay fronteras, nuestros hermanos están al otro lado del río, cuando se militarizan las fronteras se imposibilita la solidaridad entre nosotros. El Estado lo pinta todo lo bonito, no sé en qué país habitamos nosotros”.
Para más información contactarse con:
Andrés Tapia – CONFENIAE: +593 98 446 5175/ sachacristo@gmail.com
Sofía Jarrín – Amazon Watch: +593 98 798 7151 sjarrin@amazonwatch.org
Alejandra Yépez Jácome – Amazon Frontlines: +593 99 2713 867 / alejandra@amazonfrontlines.org
Indigenous “Ceibo Alliance” In Upper Amazon Wins UN Equator Prize For Innovative Solutions to Climate Change
Contact: Sophie Pinchetti, sophie@amazonfrontlines.org, Whatsapp: +593 98148 4873. Photos & interviews with Ceibo Alliance leadership and additional spokespeople available upon request.
29 September 2020 – Today, at 9.00 AM EDT, Indigenous non-profit organization Ceibo Alliance will receive the United Nation’s Equator Prize in honor of its integral strategies to protect Indigenous Rights and the Amazon, and for its extraordinary leadership of indigenous-led solutions to climate change.
The Equator Prize, organized by the Equator Initiative within the United Nations Development Programme, recognizes the work of local and indigenous organizations from across the world showcasing innovative, nature-based solutions for tackling biodiversity loss and climate change. This year’s Equator Prize 2020 Award Ceremony takes place on the occasion of the 75th session of the UN General Assembly (UNGA 75) where world leaders have convened to discuss pressing issues ranging from COVID-19 to climate change. Awards for the winner countries will be presented during the live-streamed virtual event by several celebrities including committed rainforest advocates, musician Sting and actress Trudie Styler, who are both long-time supporters of the Ceibo Alliance.
This prestigious recognition by the United Nations comes just days after Ceibo Alliance’s Co-Founder and prominent Indigenous leader Nemonte Nenquimo was named to this year’s TIME 100, its annual list of the 100 most influential people in the world.
Founded in 2014, Ceibo Alliance is a first-of-its-kind Indigenous alliance spanning Ecuador, Peru, and Colombia. Born from the solidarity between Indigenous nations fighting a decades-long legacy of oil contamination in the northern Ecuadorian Amazon, Ceibo Alliance is composed of communities from the Kofán, Siona, Secoya, and Waorani nations— all ethnic minorities at risk of cultural and physical extinction. Collectively, these nationalities are stewards of more than five million acres of primary rainforest.
“We are honored by this global recognition by the UN for our work in defense of our rainforest territories and cultures. This Prize goes out to all our Indigenous communities and nations who are on the frontlines of the battle to protect the Amazon. As Indigenous peoples, we have suffered many oppressions and violations. But through our shared struggle for survival and guided by the vision of our ancestors, we are building a unified movement to protect the rainforest, our planet, and future generations”, said Siona leader and Ceibo Alliance’s Director, Alicia Salazar.
In the face of intensifying extraction across the Amazon, Ceibo Alliance has built a powerful model of Indigenous organizing through their work to strengthen Indigenous self-governance, autonomy, and leadership. With initiatives ranging from rainwater harvesting systems for clean water, solar energy, and community-led enterprises to intergenerational education, cultural recovery initiatives, and Indigenous media, Ceibo’s pioneering work takes a holistic approach to rainforest protection and cultural survival. In partnership with the international Indigenous Rights organization Amazon Frontlines, Ceibo Alliance also leverages legal strategies, technologies, mapping, monitoring, and their traditional knowledge to confront large scale oil extraction, mining, poaching, and industrial agriculture in their territories. The multi-ethnic grassroots movement that Ceibo has helped build has won historic Indigenous victories against industrial interests, including the Waorani People’s triumph against oil and the Kofan people’s battle against gold mining.
“The Ceibo Alliance demonstrates the power of Indigenous values, resilience, and unity to confront seemingly insurmountable threats, including fossil fuel extraction, colonization, capitalism, and now, a pandemic. Around the world, we can learn from their example, as it’s going to require unprecedented global cooperation and solidarity to fix the economic and political systems that trample Indigenous rights, destroy the Amazon, and cause climate change,” said Amazon Frontlines’ Founder & Executive Director Mitch Anderson.
Since the start of the COVID-19 pandemic in the Amazon, Ceibo Alliance has activated protocols, medical brigades, communications campaigns in native languages, and the coordination of humanitarian aid with the help of allies like Amazon Frontlines. As Amazonian countries struggle to overcome the virus, Ceibo Alliance is working to ensure that Indigenous peoples survive the pandemic and prepare to resist hostile economic recovery packages and intensifying extraction in the Amazon rainforest.
This fall, the organization will also participate in several major legal cases for Indigenous rights and rainforest protection, such as with the Waorani and Kofan people, whose unprecedented legal triumphs were selected by Ecuador’s Supreme Court to set national jurisprudence on Indigenous people’s internationally recognized right to free, prior and informed consent. Ceibo Alliance is also one of several plaintiffs in a recent lawsuit brought by 27,000 Indigenous peoples affected by the worst oil spill in over a decade in Ecuador’s Amazon, and will join the high-stakes appeals process over the coming months.
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About Ceibo Alliance:
Ceibo Alliance is an Indigenous-led Ecuadorian nonprofit organization comprised of members of the Kofan, Siona, Secoya and Waorani peoples, who, in partnership with Amazon Frontlines, is creating a model of Indigenous resistance and international solidarity rooted in the defense of Indigenous territory, cultural survival, and the building of viable solutions-based alternatives to rainforest destruction. For more information, visit www.alianzaceibo.org
About Amazon Frontlines:
Amazon Frontlines is a non-profit organization based in Lago Agrio, Ecuador that leverages technology, legal advocacy and movement building to support indigenous peoples to defend their rights to land, life and cultural survival in the Amazon Rainforest. For more information, visit www.amazonfrontlines.org
Alianza Ceibo recibió el Premio Ecuatorial de la ONU por Soluciones Innovadoras al Cambio Climático
Contacto: Victoria Velasco +593 98-385-2799
Quito, 29-09-2020. – Unos días después de que Nemonte Nenquimo fuera incluida como una de las 100 personas más influyentes del mundo, por la revista TIME, el movimiento indígena amazónico obtuvo otra importante distinción internacional. Hoy, a las 09:00 EDT (08:00 de Ecuador/Colombia), la organización Alianza Ceibo recibió el Premio Ecuatorial de las Naciones Unidas por la ejecución de estrategias integrales en la protección de los derechos indígenas y de la Amazonía, y la aplicación de soluciones para contrarrestar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
La ceremonia de la undécima edición del Premio Ecuatorial 2020 se llevó a cabo durante la Semana del Clima Global, con motivo de la 75 sesión de la Asamblea General de la ONU (AGNU 75), donde los líderes mundiales se han reunido para discutir temas urgentes, que van desde el covid-19 hasta el cambio climático. El evento virtual –transmitido en vivo– fue organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y sus socios. Celebridades como el músico Sting y la actriz Trudie Styler, defensores de la selva tropical, presentaron la gala.
Alianza Ceibo, cofundada en 2014 por Nenquimo en conjunto con otros líderes indígenas, es la primera organización indígena de su tipo que trabaja en Ecuador, Perú y Colombia. Está compuesta por comunidades de las naciones Kofán, Siona, Secoya y Waorani, minorías étnicas en riesgo de extinción cultural y física. En conjunto, son guardianas de más de cinco millones de acres de selva tropical primaria.
“Nos sentimos felices por el reconocimiento de organizaciones internacionales de prestigio como la ONU, que honran el trabajo en favor de la vida, la cultura y la selva. Este premio es para las comunidades y nacionalidades indígenas, que luchan por las futuras generaciones. Hemos sufrido, por muchos años, la vulneración de nuestros derechos y, gracias al movimiento indígena, volvemos a retomar la defensa de la Amazonía y del planeta”, afirma Alicia Salazar, directora ejecutiva de Alianza Ceibo y miembro de la nacionalidad Siona.
Alianza Ceibo ha demostrado ser un modelo poderoso, que trabaja colectivamente para fortalecer la autogobernanza, autonomía y liderazgo de los pueblos indígenas. A la par, ofrece alternativas sostenibles dirigidas por las mismas comunidades para la protección de sus tierras y medios de vida.
Trabaja en colaboración con Amazon Frontlines en el desarrollo de estrategias legales, mediante tecnologías, mapeo, monitoreo y el conocimiento tradicional para enfrentar la extracción de petróleo a gran escala, minería, caza furtiva y monocultivos, como la palma africana. También capacita y apoya a jóvenes, mujeres y líderes en las comunidades para construir, implementar y administrar proyectos sostenibles con agua limpia, energía solar y empresas comunitarias. Además, busca empoderar a la próxima generación de guardianes de los bosques, a través de la educación intergeneracional, iniciativas de revitalización cultural y periodismo comunitario.
Brinda apoyo a los defensores de los derechos indígenas que luchan en primera línea y enfrentan una ola creciente de violencia amparada en sistemas y marcos legales debilitantes. Los resultados se han visibilizado en victorias históricas sobre los intereses industriales, incluido el triunfo del pueblo Waorani en contra de los petroleros y la batalla del pueblo Kofán en posición a la minería de oro.
Ante la pandemia de covid-19, lideró la creación de protocolos, brigadas médicas, campañas de comunicación en lenguas nativas y la coordinación de ayuda humanitaria con la asistencia de aliados. El trabajo emprendido fomenta la capacidad, redes y recursos para garantizar que los pueblos indígenas sobrevivan y mantengan la resistencia a las medidas de recuperación económica con la intensificación de la extracción en la Amazonía.
La organización acompañó a los pueblos Waorani y Kofán en varios casos legales importantes, cuyos triunfos legales –sin precedentes– fueron seleccionados por la Corte Constitucional de Ecuador para establecer jurisprudencia nacional sobre el derecho fundamental al consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas. Alianza Ceibo también presentó, en conjunto con otras organizaciones, la reciente demanda liderada por 27 000 indígenas afectados por el peor derrame de petróleo, en más de una década en la Amazonía del Ecuador.
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Our Planet Depends On Indigenous Action: A Message from Ceibo Alliance
As the leadership council of Ceibo Alliance, we’re proud and honored to have been awarded the 2020 UN Equator Prize. For us, this prize is a recognition and validation of our years of movement building and frontlines action to protect our way of life and the Amazon rainforest.
As we write this, our rainforest home is under threat. Fires of unprecedented scale and ferocity rage across the Amazon, set intentionally by cattle ranchers and farmers with the encouragement of governments. Oil companies carve new roads and drill more wells deeper into the forest, while ruptured pipelines spill crude oil into the rivers and streams. A major surge in logging threatens the ancient trees our ancestors walked among. And the COVID-19 virus wreaks havoc among our peoples, carrying off our elders much like the measles, polio and yellow fever of our recent past.
We know what is coming: we are bracing for an extraction boom in the Amazon in light of the global economic recession provoked by the pandemic, as governments double down on non renewable resources in a desperate attempt to boost the economy at the cost of our survival and Earth’s climate. Indigenous Peoples are putting our lives on the line to stop them.
Ceibo Alliance is an organization that brings our communities and our peoples together, and builds the capacity, the networks and the resources that our young leaders need to exercise our rights, defend our lands, govern our territories and keep our people healthy and our cultures alive. Together, we are strengthening community resilience through access to clean water for thousands of families and solar energy for hundreds; leveraging technology to monitor our territories and create maps that tell the real story of our living forest; leading hard hitting legal campaigns to protect hundreds of thousands of acres of rainforest; uplifting women leaders and keeping our cultures alive by holding spaces for knowledge sharing between generations; and using film and digital storytelling to share our voices with the world. As the UN Equator Prize acknowledges and our achievements demonstrate, our movement is real and our model is working.
We are facing a dire moment, as Indigenous peoples and as a planet. As scientists affirm and Indigenous Peoples have been saying for years, the Amazon is at a tipping point. With it, goes any hope of rescuing Earth’s climate. For millennia, and to this day, our people have cared for and defended the forest. We have the greatest stake in its protection, as our physical and cultural survival depends on it, and we have proven to be its most effective guardians.
And yet, of the shockingly small amount of resources that global philanthropy invests in the protection of our planet’s tropical forests, the vast majority is channeled to big conservation organizations and precious little to Indigenous Peoples. Indigenous Peoples are the ancestral owners of more than one quarter of the entire Amazon basin, and roughly 80% of the world’s biodiversity. We believe that resources should go to the people and communities on the frontlines of the battle to protect our planet’s tropical forests– to the Indigenous communities standing up in defense of their lands in the face of some of the mightiest interests on Earth.
In light of major international recognition of the role Indigenous Peoples play in the protection of the world’s most important ecosystems, including the TIME100 honoring Ceibo Alliance co-founder Nemonte Nenquimo and the UN Equator Prize award for Ceibo Alliance, we write this in the hopes that NGOs, the philanthropy sector, and the global public will reflect on what it will really take to set our planet on a sustainable and wise course toward a future in which all of our children and grandchildren will thrive– and invest in the frontlines peoples and movements that can get us there.
Pueblo Waorani Celebra Reconocimiento de Nuestra Compañera Líder Nemonte Nenquimo como una de las 100 personas Más Influyentes del Mundo, Según Revista Time

Puyo, Ecuador. 23 de Septiembre, 2020 — Nosotros y nosotras de la nacionalidad Waorani hacemos este comunicado para compartir nuestra alegría y orgullo con las noticias de que nuestra compañera de lucha, Nemonte Nenquimo, presidenta de nuestra organización Waorani de Pastaza, CONCONAWEP, ha sido seleccionada por la prestigiosa revista estadounidense TIME como una de las 100 personas más importantes del mundo en el año 2020.
Nuestra compañera está recibiendo este honor por su liderazgo en la defensa de nuestro Territorio contra la inmensa amenaza del extractivismo a nuestra selva, nuestros ríos y a nuestra forma de vida. En el año 2019, como pueblo Waorani obtuvimos una gran victoria, protegiendo más de 180,000 hectáreas de nuestro Territorio ancestral de las compañías petroleras. Con este triunfo, hicimos respetar nuestros derechos a la auto-gobernanza y la autodeterminación sobre nuestro Territorio y nuestra vida.
Nuestro grito desde la selva -“¡Monito Ome Goronte Enamai!” (¡Nuestro Territorio no se vende!) – se escuchó en todo el mundo, inspirando a nuestros hermanos y hermanas indígenas a solidarizarse con nuestra lucha, y también inspirando a la sociedad civil nacional y mundial. Nuestra victoria legal en defensa de la vida también sentó un precedente importante, afirmando que nosotros, los Pueblos Indígenas, sí tenemos el derecho a decidir lo que pasa en nuestro Territorio; y cuando decimos que “nuestro Territorio no se vende”, el gobierno y las compañías deben respetarnos.
Como Pueblos Indígenas en Ecuador y en toda la Amazonía, nosotros sabemos que los gobiernos de turno y las grandes empresas extractivas solo se interesan en la explotación de nuestros recursos, y, así, intentan a cada paso pisotear nuestros derechos. La #ResistenciaWaorani ha mostrado al gobierno ecuatoriano y a las industrias extractivas que a los Pueblos Indígenas no nos puedan dividir, no nos pueden seguir engañando.
Con la sabiduría de nuestros ancestros y nuestros mayores Pikenani y el coraje de nuestras mujeres y jóvenes estamos unidos en la lucha por la vida. No solo vamos a luchar con lanzas, también lo haremos con la organización, la unión entre pueblos, la autonomía y la buena gobernanza, la educación propia, la salud propia, las economías comunitarias. Y cuando vengan a amenazarnos, lucharemos con las buenas estrategias legales, que garantizan nuestros derechos; con las nuevas tecnologías, que permiten mapear y monitorear nuestro Territorio; y, de seguro, también con nuestros fuertes aliados en la sociedad civil nacional e internacional.
En toda la Amazonía, nuestros Territorios y culturas indígenas están bajo graves amenazas de los gobiernos de turno, las industrias extractivas y los invasores; por eso, recibimos esta noticia de la revista TIME 100 como un importante reconocimiento de que nuestra lucha sí se está escuchando en todo el mundo, y que la civilización occidental está despertando y entendiendo la importancia de escuchar y respetar a los Pueblos Indígenas. Nosotros estamos conectados con nuestros orígenes, con los espíritus de nuestros Territorios. Tenemos el coraje, el conocimiento y el valor para defender la madre tierra con nuestras vidas. Es hora de que los gobiernos y las compañías nos escuchen y nos respeten.
Por siglos, nuestro pueblo Waorani ha sido reconocido como pueblo guerrero y defensor de la selva. Desde los tiempos del incario, de los conquistadores españoles y de los caucheros, los clanes Waorani siempre caminaban vigilando y protegiendo el Territorio desde el Napo hasta el Curaray. Es por ellos que esta selva todavía está llena de vida, con agua limpia y aire puro, abundantes peces y animales, buena tierra para sembrar, árboles frutales y todo tipo de medicinas. Nosotros estamos orgullosos de poder disfrutar y criar a nuestras familias dentro de un Territorio grande y sano, que nos da vida a nosotros y a todo el mundo.
Fuimos “contactados” hace sólo 70 años por misioneros evangélicos americanos; desde entonces, nosotros hemos tenido que enfrentar las nuevas enfermedades, los brutales cambios culturales, la invasión de los petroleros, la contaminación de nuestros ríos, la tala ilegal, la pesca y la cacería ilegal y todo tipo de abusos. Nuestra historia de lucha ha sido también de mucho dolor y sufrimiento, pero, como Waorani, siempre estaremos en pie de lucha, alegres.
Ahora, nosotros, los Pueblos Indígenas, estamos mirando que si dejamos que el mundo occidental siga en su camino de extracción y consumismo, todos vamos a quedar sin territorio, sin agua, sin aire, sin alimento, sin salud, sin alegría, sin vida. Este es el futuro, este es el cambio climático del que siempre hablan. Entonces, como jóvenes líderes, con toda la fuerza y sabiduría de nuestros mayores Pikenani, vamos a ir construyendo nuestra autonomía en nuestros Territorios. Vamos a seguir protegiendo nuestra selva para que siempre haya peces en el río, animales en el monte, para que futuras generaciones sepan cómo curarse con las plantas medicinales, cómo hablar en idioma propio y también para que descubran cómo defenderse contra las amenazas que vienen desde afuera.
¡El reconocimiento de TIME 100 para nuestra compañera Nemonte Nenquimo y para todo nuestro pueblo es un gran honor que recibimos con humildad y un gran espíritu guerrero! Sabemos que en el mundo occidental todo se basa en el individualismo (por eso dan reconocimientos a individuos), pero para nosotros y nosotras no hay lucha, ni salud, ni alegría, ni futuro sin la familia, sin el pueblo y sin nuestra selva. Así que, conjuntamente con nuestra compañera Nemonte Nenquimo y nuestros consejos de gobierno de la NAWE, la AMWAE y la CONCONAWEP, dedicamos este reconocimiento a nuestros ancestros, que murieron defendiendo la vida; a nuestros ancianos (“Pikenani”), que motivaron la lucha en estos últimos tiempos y continúan guiándonos; a las mujeres luchadoras, que siempre están al frente; a los jóvenes, que deben aprender el camino de la defensa territorial; y a los bebés, que todavía están en hamaca, pero que pronto serán los herederos de esta selva.
También sentimos que este reconocimiento es para todos los Pueblos Indígenas amazónicos y para quienes están luchando contra el desprecio, el despojo, el racismo, la violencia, el extractivismo y el colonialismo en todo el mundo. Desde las entrañas de la selva ecuatoriana, les mandamos a todos ustedes nuestra solidaridad. La lucha es el camino, compañeros y compañeras.
Waponi (Gracias)
Consejo de Gobierno de la Nacionalidad Waorani (NAWE)
Consejo de Gobierno de Pastaza (CONCONAWEP)
Asociación de Mujeres Waorani (AMWAE)
Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE)
Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE)
Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA)